Protocolo en caso de presencia de osos en los entornos urbanos a través del 112
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha puesto en marcha el protocolo habitual para advertir a la ciudadanía del procedimiento a seguir en caso de observar algún ejemplar de oso pardo en zonas urbanas, que consiste básicamente en avisar al 112.
Como se viene aplicando en los dos últimos años, la Junta informa a todos los ciudadanos de que, en el caso de observar un ejemplar de oso pardo en zonas urbanas o periurbanas, den aviso inmediato al teléfono de emergencias 1-1-2 para dar traslado al personal especializado de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio que, a la mayor brevedad, atenderá la situación para monitorizar y, en su caso, aplicar medidas aversivas.
Estas medidas aversivas o de condicionamiento negativo se enmarcan en el protocolo de intervención con osos en la Cordillera Cantábrica, aprobado por la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad el 24 de enero de 2019.
Desde hace ya algunos años, en la Cordillera Cantábrica se repiten de forma más o menos recurrente episodios en los que los osos pardos se aproximan a los entornos urbanos o periurbanos para aprovechar recursos alimenticios de origen humano.
Estos hechos coinciden con la recuperación de la población osera, pero no son exclusivos de las zonas de mayor densidad osera, sino que en estos episodios tiene una gran influencia, por un lado, la posibilidad de acceder a la comida, y por otro, el carácter de cada uno de los ejemplares. Es decir, puede haber animales con un carácter menos huidizo y con una buena posibilidad de acceder a las fuentes de alimentación, mientras que otros son más tímidos aunque tengan una buena posibilidad de acercamiento a los bienes.
Todos los episodios registrados de osos accediendo a recursos de origen humano son monitorizados por parte de agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y Patrullas Oso de la Fundación del Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, de forma coordinada con la Guardia Civil, e interviniendo mediante el condicionamiento negativo cuando es requerido, tal y como se ha venido realizando en los últimos años.
Como ya se informó en el mes de mayo por parte de la Junta a alcaldes y presidentes de Juntas Vecinales de Omaña, Laciana y Alto Sil, durante el presente verano de 2022 se continuará con los dispositivos especiales de vigilancia y seguimiento en los entornos urbanos, con el objetivo de aplicar, en su caso, las medidas de condicionamiento negativo.
Por ello, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio reitera a la población la importancia de dar un aviso temprano, ya que si se tiene conocimiento rápido de estas observaciones y se aplican las medidas adecuadas los osos no se acostumbran a estos recursos. Para ello se informa a todos los ciudadanos que ante el avistamiento o presencia de un oso en las proximidades de un núcleo urbano informen de dicha incidencia a la Junta a través del 1-1-2, donde se dará traslado al personal especializado que, a la mayor brevedad, atenderá la situación para monitorizar y aplicar medidas aversivas.
Otras medidas de gestión aplicadas para evitar la habituación del oso pardo a los entornos urbanos
Además de la aplicación de las medidas de gestión activa que se recogen en el protocolo de intervención con osos en la Cordillera Cantábrica, la Junta ha aprobado otras medidas preventivas, como son las convocatorias de subvenciones para prevenir los daños ocasionados por el oso pardo en Castilla y León destinadas a la adquisición de dispositivos de protección para colmenares, huertos, frutales, comederos de pienso y balas de forraje.
Esta convocatoria, actualmente con plazo abierto para la presentación de las subvenciones hasta el 25 de agosto y con 96.000 euros de presupuesto para la anualidad 2022, precisamente avanza hacia la coexistencia del oso con las actividades humanas ampliando la concesión de subvenciones de pastores eléctricos para asentamientos colmeneros a también otras infraestructuras de explotaciones ganaderas, como comedores de pienso y bolas de forraje, y bienes particulares, como huertos o frutales en entornos urbanos para prevenir daños y comportamientos de habituación de los osos pardos a estos recursos.
De esta manera, desde la administración se establece una medida preventiva sobre estos recursos que, junto con las actuaciones correctivas de condicionamiento negativo que se están desarrollando por personal especializado de la Consejería competente en materia de patrimonio natural, contribuirá a la reducción de conflictos y a compatibilizar la conservación del oso pardo con el resto de actividades sociales y económicas en su área de distribución.