Las agencias inmobiliarias de Castilla y León prevén un crecimiento de su actividad económica del 1,6 %
El estudio pone de manifiesto la percepción de incertidumbre de los agentes inmobiliarios de la comarca del Bierzo sobre el sector y el mercado inmobiliario. AUNA reclama la aplicación de criterios técnicos en la regulación del mercado y la necesidad de dignificar la imagen de los agentes inmobiliarios, fuertemente dañada por la crisis económica
Los agentes inmobiliarios de Castilla y León prevén un crecimiento del 1,6% de su actividad económica durante 2019 respecto al año anterior, según los resultados del primer ‘Estudio Perspectivas y Retos del Sector de las Agencias Inmobiliarias’, realizado por la Federación Nacional de Agencias Inmobiliarias (FAI) por comunidades autónomas y en el que ha participado la Asociación de Inmobiliarias de Ponferrada (AUNA).
El estudio refleja que el 40,74% de los agentes inmobiliarios encuestados prevé que la evolución del volumen de negocio será positiva, el 22,22% que se mantendrá estable y el 37,03% que será negativa. La respuesta más frecuente del estudio en esta cuestión es la estimación de un aumento de hasta un 10% para el 26% de los encuestados.
En relación a la situación actual de las agencias inmobiliarias de Castilla y León, los encuestados la valoran de forma ligeramente positiva, con una puntuación de 3 en una escala de 1 a 5. En este caso, el 65,77% la considera positiva o muy positiva, el 50% la considera estable, y solo un 19,23% la considera negativa o muy negativa.
En referencia al futuro de las agencias inmobiliarias, los empresarios y profesionales del sector lo perciben con incertidumbre; teniendo en cuenta que la respuesta media que recibe la pregunta es de un 2,8 en una escala de 1 a 5. En porcentajes, para el 48% de los encuestados el futuro será ambiguo, para el 32% será bueno o muy bueno y para el 20% será malo.
Sobre el modelo de negocio, el 50% de los agentes inmobiliarios que han participado en el estudio consideran positivo pertenecer al sistema de MLS, basado en la gestión comercial compartida de propiedades inmobiliarias para la venta o el alquiler. Con una valoración de 3,3 en una escala del 1 al 5.
Los retos de las agencias inmobiliarias
En el ranking sobre los principales retos a los que debe hacer frente el sector, la dignificación de la imagen del sector se sitúa en primer lugar, según los agentes inmobiliarios encuestados. Seguido de la necesaria unión del sector, la falta de cualificación profesional en el sector, la necesidad de adaptarse a las tendencias de consumo y del cliente potencial, y la irrupción de las proptechs (compañías inmobiliarias nativas digitales).
El estudio realizado por FAI también analiza las prioridades para el sector en la zona. Los datos de la encuesta revelan que éstas pasan, en primer lugar, mayor capacidad para influir en las administraciones públicas y promover una regulación eficaz del mercado, mayor visibilidad, prestigio y notoriedad del agente inmobiliario, transmitir la imagen del sector inmobiliario como un sector comprometido socialmente y promover un registro de agentes y una certificación profesional en el sector inmobiliario.
Para el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Ponferrada (AUNA), Luis Valle, la previsión de crecimiento de un 1,6% se produce en un contexto de preocupación en el sector.
A tenor de los datos del estudio, Valle alerta de los peligros que supone la incertidumbre existente, como consecuencia de la inestabilidad en el mercado inmobiliario asociada, en parte, a la deficiente regulación del mercado inmobiliario. Uno de los ejemplos más recientes, según el colectivo, es la nueva Ley Hipotecaria, que “supondrá un frenazo en la concesión de los préstamos para la compra de un piso o una casa, como ya han advertido las propias entidades financieras”.
Por otro lado, y según las conclusiones del informe respecto a los principales retos a los que debe hacer frente el sector, asegura que la dignificación de la imagen del sector inmobiliario, fuertemente dañada durante la crisis económica, pasa, principalmente, por impulsar las buenas prácticas profesionales y contar con un código ético, en la línea del establecido por FAI, como garantía de compromiso social.
En esta misma línea, el estudio, remarca, pone de manifiesto “la necesidad de reforzar la visibilidad del sector y la interlocución de los agentes inmobiliarios para poder influir en la administración y conseguir, de esta manera, una regulación técnica y eficaz en materia de vivienda, que sea capaz de proteger al mercado”.