CHISTES PARA EL CAFÉ

El mejor adorno de la Navidad es... una gran sonrisa

Un gorrión natural de Bilbao, vuela velozmente por una carretera. En esto que pasa un motorista y se estrella contra el casco.

El motorista se da la vuelta y tras ver que el pájaro aún respira, se compadece de él y lo lleva a casa. Lo mete en una jaula aún inconsciente y le coloca un poco de agua y un poquito de pan.

El gorrión comienza a volver en sí, y medio atontado mira a su alrededor..., ve el pan, ve el agua, ve que está rodeado de barrotes...! Se lleva las alas a la cabeza y grita (en realidad pía, pero con acento vasco):¡¡¡Hayvalahostiaaaaaa!!¡Que me he cargao al de la moto!

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El Sr. juez prometió ser tolerante esta Navidad y le pregunta a un acusado:

- Hombre, ¿de qué se le acusa?

- De haber hecho mis compras navideñas con anticipación.

- Hombre, pero eso no es un delito, ¿Con cuánta anticipación las compró usted?

- Antes que abrieran la tienda.

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Van dos amigos caminando por el campo, uno le dice al otro:

- No puedo aguantar la sed.

- Tranquilo, que llegaremos a un pozo dentro de poco.

Llegan al pozo, se acercan y comentan:

- Parece que no se ve agua aquí.

- Espera que tiraré una piedra, mira a un lado y otro y ve una gran piedra, la agarra y la tira dentro del pozo y se acercan a escuchar.

- Pues parece que está profundo.

En esto ven bajar una cabra corriendo hacia el pozo.

- Mira la cabra esa, ¡cómo corre!

La cabra se tira de cabeza al pozo, y dice uno:

- Esta tenía más sed que tú, ¿eh?

Entonces, aparece el cabrero y les pregunta:

- Buenas tardes, ¿han visto una cabra por aquí?

- Sí señor, acaba de tirarse al pozo la pobrecilla, seguro que tenía sed.

- Pero cómo se va a tirar al pozo la cabra, si la tenía yo aquí, amarrada a la piedra más grande que encontré, dice el cabrero.