León ha registrado en el mes de abril un importante descenso del número de parados inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo. 734 personas han encontrado un empleo en la provincia de León en el último mes, lo que significa un descenso del 3.09% respecto al mes anterior y supone el segundo mayor descenso en términos absolutos de toda la comunidad. Estos datos dejan a León con un total de 22.990 parados, 2.522 menos respecto a abril del pasado año 2022.
Como ya habitual en la provincia en este periodo, es el sector servicios en el que se ha registrado un mayor descenso del número de parados (-438), seguido por el colectivo sin empleo anterior (-112) industria (-76) construcción (-64) y agricultura (-44).
En cuanto a afiliación a la Seguridad Social, en el último mes León sumó 1.332 afiliados, 2.748 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que hace que la cifra de afiliados totales en la provincia ascienda a 134.132.
Para la Federación Leonesa de Empresarios (FELE) estas cifras son positivas para la provincia y su tejido productivo. Son una muestra el esfuerzo de las empresas leonesas por mantener la actividad en una época aún complicada ya que continúan soportando un fuerte incremento de costes motivado por la inflación que reduce sus márgenes y condiciona su viabilidad. Precisamente, teniendo en cuenta este contexto reitera que debe imperar la cautela puesto que los datos reflejan un periodo en el que tradicionalmente mejoran las cifras de empleo y actividad por el efecto Semana Santa.
Por ello, FELE insiste en la necesidad de que las empresas leonesas soporten menos carga impositiva, se reduzca la burocracia o se apliquen medidas que apoyen el crecimiento, principalmente de pymes y autónomos, en lugar de crear políticas que van en contra de la iniciativa privada y el desarrollo económico. Precisamente, CEOE daba a conocer hace unos días en su informe sobre ‘Producción Normativa 2022’ que la producción de normas en España en 2022 fue un 22% más alta que el año anterior. Un hecho que, sin duda, pone de relieve las trabas cada vez mayores a las que se enfrenta el tejido empresarial.
Asimismo, para consolidar un mercado laboral resistente y menos vulnerable a la estacionalidad, FELE solicita políticas de impulso a la actividad industrial y una discriminación positiva que permita eliminar desequilibrios territoriales.
