León recupera el legado del ceramista Zuloaga, que ahora luce en la residencia Virgen del Camino
El conjunto de la fuente y ocho bancos se expone ahora bajo una pérgola en el jardín de la residencia de mayores en León. La intervención, que se enmarca en el Plan EDUSI León Norte, ha supuesto una inversión de 230.000 euros cofinanciados por fondos europeos y municipales
Una pérgola en los jardines de la residencia de mayores Virgen del Camino cobija ahora el legado del ceramista Daniel Zuloaga. Su "maestría" quedó plasmada en la ciudad de León con un conjunto conformado por ocho bancos y una fuente; todo ello, con azulejos en los que se pueden contemplar distintas estampas de la ciudad, entre las que está la Catedral desde diferentes perspectivas, la Plaza Mayor o San Isidoro.
Las obras de restauración están incluidas en el Plan EDUSI León Norte y han supuesto una inversión de 230.000 euros cofinanciados por fondos europeos y municipales. Con ello, el Ayuntamiento de León ha "rescatado del olvido" el legado del maestro ceramista segoviano Daniel Zuloaga.
El alcalde de León, José Antonio Diez, ha puesto en valor esta intervención, "que será un nuevo revulsivo turístico para el norte de la ciudad, pero también, un atractivo para los usuarios de la residencia de mayores Virgen del Camino".
El regidor ha asistido este miércoles a visitar el conjunto recién restaurado junto al concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete, y han estado acompañados por los responsables de la intervención.
El alcalde ha precisado en el acto que este conjunto de Zuloaga es “muy significativo y representativo de lo que es una parte muy importante de la gestión municipal, la recuperación y puesta en valor de nuestro patrimonio”. Se trata, ha añadido, de un conjunto escultórico recuperado “para disfrute de los ciudadanos, que se alberga en la residencia municipal Virgen del Camino por una cuestión de seguridad de nuestro patrimonio y también para que pueda ser utilizado y disfrutado por los residentes”.
“Es una actuación que recupera una parte esencial de nuestro patrimonio que ha sido, en muchas ocasiones, maltratado con el objetivo fundamental de ponerlo en valor, que sea usable y que todos los ciudadanos puedan disfrutarlo”, ha añadido el regidor.
Por su parte, el arquitecto Ramón Cañas, que ha diseñado el proyecto de restauración, ha explicado el "laborioso" trabajo de recuperación de estas piezas. Por un lado, los bancos, “que estaban expuestos a la intemperie con importantes daños en la cerámica”, y, por otro, la fuente, “que había estado enterrada y que, a lo largo de su vida útil, doce años, sufrió también bastantes desperfectos por el uso del agua y la climatología. En este caso, el capitel estaba completamente destrozado y toda la coronación de la fuente perdida y, ahora, recuperada gracias a los calcos originales del Museo Zuloaga”.
En el caso de los bancos, Cañas ha detallado que “la labor de recuperación de piezas ha sido bastante profusa” y que, además, se ha contado en esta labor con la colaboración de uno de los nietos de Zuloaga, Juan Daniel Zuloaga, cuyo taller ha participado en la recuperación e integración de piezas. A este respeto, ha precisado que se han reinsertado alrededor de 400 piezas del conjunto escultórico, el 40% del total.
2.144 azulejos
Todo el conjunto compuesto por la fuente y los ocho bancos está decorado con un total de 2.144 azulejos, lo que "da una idea de la laboriosidad y complejidad del trabajo de restauración, sobre todo, porque había azulejos hechos añicos y otros habían desaparecido".
En esta labor de restauración, ha sido "fundamental" que en el actual taller de los herederos de Daniel de Zuloaga, en Segovia, se conservan los diseños originales de los bancos y de la fuente y que, a la vez, en el taller se siguen aplicando las mismas técnicas artesanales que a principios del siglo XX. Estas circunstancias han facilitado la reconstrucción o, en su caso, la fabricación de nuevos azulejos "con absoluta fidelidad a los originales".
Cada banco está compuesto por 206 azulejos y todos fueron construidos siguiendo la misma técnica. El taller de la Viuda de Zuloaga e Hijos elaboró en 1928 para los ocho bancos composiciones neorrenacentistas, reutilizando modelos de su progenitor, con figuras mitológicas y elementos vegetales rodeados y entrelazados con grutescos y roleos, de intensos colores.
Todos los bancos fueron realizados con forma prismática, con respaldo recto y una composición decorativa idéntica, a excepción de la escena central que, enmarcada en una orla, ocupa la parte posterior de los respaldos.
Las escenas de estos ocho bancos representan distintas vistas de León: dos vistas de la catedral, dos vistas de San Isidoro, una vista del Palacio de los Guzmanes, una vista de la Plaza Mayor, una vista de la plaza del Grano y otra vista del antiguo santuario de la Virgen del Camino. Las imágenes que sirvieron de inspiración a todas las estampas leonesas procedían de distintas postales que les fueron remitidas para tal fin por el ingeniero autor del proyecto, José Galicia.