Recta final para recuperar el legado de Zuloaga en León
Los jardines de la Residencia Municipal de Mayores Virgen del Camino ya acogen los bancos y la fuente que han sido objeto de restauración por el Ayuntamiento de León, a la espera de los últimos retoques.
El trabajo ha sido tan preciso y minucioso que el arquitecto encargado de proyectar la restauración de los bancos y la fuente del taller de Daniel Zuloaga, Ramón Cañas, habla de las labores realizadas como si de una “cirugía” se tratara. “La parte más pesada del trabajo ya está hecha y ahora queda pendiente de hacer algún retoque en el mismo lugar en el que quedarán definitivamente, así como hay que acabar de colocar algunos elementos que se perdieron, pero que hemos logrado reconstruir gracias a la documentación existente”, explica Cañas sobre la intervención en estos importantes elementos del patrimonio de la ciudad.
El Ayuntamiento de León se ha propuesto recuperar el banco y las fuentes del taller de Daniel Zuloaga, que datan de 1928, una intervención que se enmarca dentro del Plan EDUSI León Norte, financiado al 50% con fondos europeos. Los artífices de este milagro reconstructivo están siendo el citado arquitecto Ramón Cañas y los profesionales de la empresa Estudios y Obras Campo S.L., adjudicataria del proyecto cuyo presupuesto es de algo más de 230.000 euros. Tras meses de intenso trabajo, ahora se prevé que la restauración culmine a lo largo del mes de septiembre. Las tareas encaran así su recta final con el reciente traslado de las principales piezas a la que será su ubicación definitiva bajo una pérgola en los jardines de la Residencia Municipal de Mayores Virgen del Camino. Hasta allí se acercó el alcalde de León, José Antonio Diez, para comprobar el progreso de la restauración, ensalzando los buenos resultados de los trabajos acometidos que permitirán ahora recuperar un monumento “único en España que contribuirá a generar interés y atractivo en los barrios del norte de la ciudad”.
La composición del reputado ceramista reproduce imágenes de los monumentos más destacados de la ciudad como la Catedral, San Isidoro, la plaza Mayor o la del Grano, entre otros. Ahora podrá disfrutarse en los jardines de la Residencia Municipal de Mayores Virgen del Camino, junto a la verja que da a la avenida San Mamés, lugar al que se trasladaron los bancos en los años 40 del pasado siglo después de una remodelación de la plaza de la Catedral en la que estuvieron previamente durante dos décadas. Por aquel entonces, la fuente quedó enterrada bajo un enorme parterre, contribuyendo todo ello a una importante degradación del conjunto que fue a peor al instalar una farola en su parte central. Con las obras de peatonalización de la calle Ancha y de la plaza de Regla en la década de los 90, se descubrió de nuevo la fuente y muchos de sus azulejos fueron trasladados a almacenes municipales de donde volvieron a salir hace unos meses para recomponerse de nuevo y conformar el gran monumento que fue. Para cuidar ahora de la restauración del conjunto, el Ayuntamiento de León ha construido una base de hormigón sobre la que se han instalado ya los elementos que estarán protegidos por una pérgola.
2.144 azulejos
El conjunto de la fuente y los ochos bancos está decorado por 2.144 azulejos, muchos de los cuales se multiplicaron en retazos ínfimos que han sido ahora suturados. Pero además de la recomposición, los trabajos de restauración también han pasado por la recuperación del fuste de la pieza central de la fuente y el capitel que lo coronaba. Según explica el arquitecto Ramón Cañas, esto ha sido posible “gracias a la extensa documentación del archivo del Museo Zuloaga de Segovia”, donde han conseguido encontrar calcos, croquis, planos, moldes y bocetos del encargo original de este mobiliario cerámico.
Está pendiente de integrar ahora el fuste y el capitel bajo la pérgola, que ya cobija a los bancos y la fuente estrellada. Todo ello permanece de momento oculto, a la espera de rematar los tratamientos de protección. Estos han de ser exhaustivos para que, ahora sí, perdure el conjunto artístico. “Va a ser un conjunto delicado que habrá que cuidar porque tiene piezas de mucha edad, las reintegraciones son delicadas y no tienen la misma resistencia que una pieza vitrificada”, incide Ramón Cañas, satisfecho con el trabajo realizado. “Ha sido un proceso bastante delicado e intenso por el mal estado en el que se encontraban las piezas, pero las restauradoras están llevado a cabo un gran trabajo, al igual que el propio taller de los Zuloaga de Segovia donde se han fabricado azulejos fieles a los originales”, concluye.