La última vez que Carlos Núñez actuó en el Bergidum, hace ahora un par de años, consiguió poner al público que abarrotaba la sala en pie, coreando su música. Lo mismo ocurrió en su primera actuación, allá por al año 1997. Como no hay dos sin tres, el gaitero más famoso del mundo vuelve al Bergidum el próximo jueves, 14 de diciembre, con un previsible lleno total, dado el ritmo de venta anticipada de las localidades.
Carlos Núñez está considerado internacionalmente como un músico extraordinario, de los más serios y brillantes del mundo. Su carisma, su energía, su espíritu pionero lo han hecho muy popular, trascendiendo con creces los límites habituales de sus instrumentos: la gaita y las flautas.
Ya a los ocho años, Carlos decidió aprender de los viejos maestros los secretos de la música popular y de la gaita y a los 12 ya fue invitado a tocar como solista con la Orquesta Sinfónica de Lorient. Estudió flauta de pico en el Conservatorio de Madrid y en 1989 grabó por primera vez con The Chieftains para la banda sonora del filme La isla del tesoro. Desde entonces Carlos Núñez es el séptimo Chieftain y junto a ellos ha conseguido un Premio Grammy, ha actuado en el Carnegie Hall de Nueva York o en el Royal Albert Hall de Londres al lado de artistas como Bob Dylan, Joni Mitchel, The Who, Lou Reed, Spin Doctors, Eddie Vedder (de Pearl Jam), Bon Jovi, Alice Cooper, INXS…
Cuando en 1996 publicó A irmandade das estrelas, su primer álbum en solitario, Carlos Núñez ya era un artista reconocido en todo el mundo. El disco vendió más de 100.000 ejemplares en España y significó la mayoría de edad de la world music en nuestro país. En A irmandade das estrelas colaboraban más de 50 músicos, entre ellos The Chieftains, Ry Cooder, Luz Casal y Dulce Pontes.
Núñez ha sido definido como “la única estrella planetaria de la gaita” (Libération), “el nuevo rey de los celtas” (El País), “el gaitero de oro” (El Mundo), “artista de una musicalidad sobresaliente y un talento inteligente” (Folk Roots), “gaitero como si tocase Coltrane o Hendrix” (The Guardian).