"Gloria Bendita" Títeres para adultos el 30 de marzo en Laguna de Negrillos
Josean, un actor gay de 28 años con pánico escénico y Gloria, una anciana con síndrome de Diógenes, comparten piso y precariedad económica. Josean se juega su incipiente carrera interpretando a la novia de Bodas de Sangre, en una adaptación LGTBI de la obra, en el principal teatro de la ciudad. Teme quedarse en blanco y hacer el mayor de los ridículos. Pide ayuda a Gloria, ya que en sus años mozos trabajó en una revista haciendo de todo: cantando, bailando y enseñando cacha. Pero Gloria está muy ocupada con sus propias angustias: acumular objetos “valiosísimos”, conseguir comida para sus tiernas mascotas, su ratón y sus cucarachas, y rezar porque sus vecinos se mueran antes que ella. La rutina de Gloria se trastoca cuando lee su propia esquela en el periódico local. Nada es lo que parece. El encuentro de una Barbie en la basura le abrirá los ojos a Josean. Ella le contará la verdad: Josean ha construido un mundo imaginario lleno de personajes para poder soportar el miedo al fracaso y a la soledad. Si quiere sobrevivir en el mundo real deberá borrar todo rastro de ese universo de fantasía.
«¡Ay estos actores!, se odian a sí mismos y luego pretenden que los queramos“Le dice Barbie a Josean.
El personaje de Josean es interpretado por el propio Josean Mateos. Actor y personaje se fusionan para crear a su alter ego, Gloria. Un títere de una anciana que le sirve de guía para enfrentarse al escenario y al mundo.
Gloria (su mentora, su Pepito Grillo) es la única capaz de decirle que está solo, que está gordo y que es muy mal actor. Pero esto es por su bien, claro. Hay que decir las cosas a la cara, sin sutilezas, porque la vida tampoco ha sido fácil para ella. Y Josean le hace caso porque no tiene a nadie más. Además, si no fuera por ella, no tendría nada para comer, ya que Gloria le obliga a recoger la basura de los vecinos para abastecerse con lo que otros tiran, y ya de paso, investigar la vida de los demás.
Pero esta rutina creada por «ambos» se trastoca cuando a Josean le llaman para ofrecerle el papel de la novia en una adaptación delirante de Bodas de sangre. Tendrá que tomar la difícil decisión de abandonar a Gloria y su mundo imaginario, o quedarse instalado en ese refugio creado a su medida, el hogar que le protege del exterior y donde puede ser él mismo. Para resolver estas dudas, Josean, en su locura, crea otro personaje: Barbie Putilla. Ella le abrirá los ojos. Si quiere salir de su letargo deberá despedirse de Gloria. Y Gloria, la anciana inventada por él, existió de verdad. Fue una antigua vedette del pueblo, repudiada por todos los vecinos, que falleció sola, en su casa, y su cadáver fue encontrado varios meses después.
Gloria Bendita nos cuenta una historia meta-teatral. Teniendo de este modo sobre el escenario al propio actor Josean Mateos, que se interpreta a sí mismo y a Gloria, su alter ego.
"Hemos escogido el teatro de títeres para poder contar esta poderosa relación. Nos interesaba mostrar la amistad intergeneracional, porque a pesar de las supuestas conquistas de las libertades sexuales y culturales, los prejuicios siguen existiendo a día de hoy. Ambos personajes, Josean y Gloria comparten sentimientos comunes: la soledad no deseada, el ego, la frustración, el miedo al fracaso…
Por otro lado, nos parecía importante señalar dos temas muy presentes en la función, la salud mental en la juventud y la muerte en soledad de los ancianos. Cuestiones que son, desgraciadamente, cada día más comunes en nuestra sociedad"
Gloria Bendita está contada en un tono de tragicomedia. Gloria nos hace reír desde su cinismo y su fuerte personalidad, con bromas, canciones y bailes de revista. Por otro lado, Josean desmonta el personaje puntualmente, para mostrar sus miedos y dotes actorales como mejor sabe. Además, aparecen por escena algunas que otras amistades disparatadas. La risa y la ternura se fusionan en Gloria Bendita.
Una obra de títeres para adultos, íntima, poética y divertida, un espectáculo donde el títere y el actor comparten protagonismo en un emocionante espectáculo unipersonal.
Inspirado por el tono y la estética del trabajo de maestros titiriteros como Javier Aranda, Ángel Calvete, Natacha Belova o Duda Paiva.