La Junta impulsa un acuerdo, de venta a pérdidas, para recoger la leche de Omaña y Babia

Ganadería
La empresa Lácteas San Vicente recoge desde hoy la leche de los ganaderos de Omaña y Babia tras la quiebra de la cooperativa LAR. ASAJA denuncia que el acuerdo promovido por la Junta perpetúa pérdidas para los ganaderos al pagarles un 15% menos por litro, una práctica prohibida por la Ley de la Cadena Alimentaria.

Desde este lunes, 15 de enero, la empresa leonesa Lácteas San Vicente asume la recogida de la leche producida por los ganaderos de Omaña y Babia (León), tras el abandono de la ruta por parte de la cooperativa LAR, que se encuentra en concurso de acreedores. Este movimiento responde al acuerdo alcanzado entre la Junta de Castilla y León y el empresario Fernando Díez, propietario de la compañía, después de que numerosas gestiones previas no fructificaran.

El problema, denunciado hace una semana por ASAJA, despertó una fuerte atención mediática y social que obligó a la Junta a buscar una solución de urgencia. Desde ASAJA se ha agradecido tanto el esfuerzo de Fernando Díez como las gestiones del Delegado Territorial y del Jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, aunque critican la falta de apoyo económico directo a los ganaderos.

ASAJA señala que la Junta no ha aceptado su propuesta de subvencionar los sobrecostes de recogida en las zonas de alta montaña, lo que habría evitado que los ganaderos tuvieran que asumirlos directamente. Como resultado, estos productores recibirán 7,5 céntimos de euro menos por litro de leche, una reducción del 15% respecto al precio pagado en otras áreas de la provincia.

La organización agraria advierte que esta situación perpetúa las condiciones que han llevado al cierre de explotaciones lecheras en la montaña leonesa: altos costes de producción y bajos precios de venta. ASAJA considera que la diferencia de precios representa una venta a pérdidas, algo expresamente prohibido por la Ley de la Cadena Alimentaria, y acusa a la Junta de incitar al incumplimiento legal con este acuerdo.

ASAJA denuncia que la crisis de las pequeñas explotaciones familiares se agudiza ante la falta de medidas para protegerlas frente a las explotaciones de mayor escala. La organización advierte que, sin apoyo específico, muchas de estas explotaciones se verán forzadas a cerrar en el corto plazo, poniendo en peligro un modelo productivo tradicional en las zonas de montaña.

Por último, ASAJA también critica a la Diputación de León por su falta de implicación en la resolución de la crisis, calificándola de espectadora pasiva frente a un problema que afecta gravemente al sector ganadero provincial.