Protesta en Astorga contra la anexión de Cisjordania y la guerra en Gaza
Un grupo de activistas recorrerá las calles de Astorga esta tarde, desnudos o semidesnudos, con pinturas negras en el cuerpo y lemas contra la anexión de Cisjordania, la guerra en Gaza y la complicidad de potencias internacionales como Estados Unidos, la Unión Europea y España. La protesta, promovida por el activista Jesús Antonio Fernández Olmedo, busca denunciar la ocupación israelí y la pasividad de los gobiernos ante el conflicto, además de exigir el fin de la venta de armas en Europa y un compromiso real por la paz.
A partir de las 18:00 horas de esta tarde, un grupo de hombres y mujeres de fuerte complexión física recorrerá las principales calles y plazas de Astorga en una manifestación pacífica. Los participantes, desnudos o semidesnudos y con pinturas negras en el pecho y la espalda, portarán mensajes de protesta como: "No a la anexión de Cisjordania y otros territorios por Israel", "Paremos la guerra en Gaza", y "Estados Unidos, la Unión Europea y España cómplices del genocidio", entre otros lemas de participación abierta.
La marcha contará con la presencia de banderas palestinas y la música del Dabke, baile tradicional palestino que es considerado patrimonio cultural intangible de la humanidad.
La convocatoria ha sido promovida por el activista social Jesús Antonio Fernández Olmedo y diversos grupos solidarios con la causa palestina, así como con otras luchas en el mundo. Según Fernández Olmedo, el objetivo de la manifestación es sensibilizar sobre la situación en Gaza y la política de expansión territorial de Israel, que, según el activista, persigue no solo la liberación de rehenes, sino la ocupación y humillación de la población palestina.
Críticas a la Comunidad Internacional y al Gobierno Español
Fernández Olmedo aprovechó para denunciar la pasividad de las autoridades internacionales, señalando que "el gobierno de Netanyahu desde un principio ha buscado la confiscación y ocupación de nuevos territorios en Cisjordania", y añadió que la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, la Unión Europea y España, son cómplices del conflicto al no tomar medidas concretas para frenar la violencia.
"Es nuestra obligación moral hablar en contra de cualquier conflicto, ya que mañana nos puede tocar a nosotros", declaró el activista. Además, criticó la postura del gobierno progresista español, acusándolo de "no cerrar las fábricas de armas en su territorio" y de limitarse a ofrecer discursos vacíos en lugar de actuar de manera contundente.
Por último, alertó sobre un posible recrudecimiento de la guerra con el apoyo de la nueva administración estadounidense, afirmando que "ya se está viendo cómo la situación se intensifica bajo el nuevo inquilino de la Casa Blanca"