Riaño solicita al Gobierno la construcción de un nuevo Parador Nacional de Turismo
El Ayuntamiento de Riaño ha aprobado una moción municipal en la que solicita al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a través de la empresa pública Paradores Nacionales, la construcción de un nuevo Parador Nacional de Turismo en la localidad. La propuesta contempla dos posibles emplazamientos para el futuro parador, que se ha convertido en un reclamo histórico para la villa tras más de 40 años de espera.
La construcción de un nuevo Parador en Riaño se considera una demanda con gran carga moral, ya que el cierre del antiguo Parador, en 1969, dejó una promesa incumplida por parte de las autoridades. "Sería de justicia, nunca es tarde si la dicha es buena", aseguran desde el consistorio, que espera que los diputados leoneses del PSOE, Alfonso Cendón y Andrea Fernández, presionen al Gobierno para hacer realidad esta reivindicación y, al mismo tiempo, fomentar el turismo en las zonas más despobladas del país.
Riaño es, actualmente, uno de los destinos turísticos más importantes de la provincia de León, solo por detrás de la capital y el conjunto histórico de Astorga-Castrillo de los Polvazares. Su espectacular entorno paisajístico lo convierte en un lugar idóneo para albergar un Parador que, además de impulsar el turismo local, pondría en valor la riqueza natural y cultural de la zona.
El Parador Nacional de Riaño: un legado por recuperar
El antiguo Parador Nacional de Riaño, inaugurado en 1951, fue uno de los primeros paradores de España. Construido con materiales locales como pizarra, madera, piedra caliza y mármol de Besande, contaba con tres plantas para los huéspedes y dos sótanos para cocheras y personal de servicio. Ofrecía 36 habitaciones con baño privado y se convirtió en un símbolo de la hospitalidad de la región.
Entre sus visitantes ilustres destacan los Reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, quienes disfrutaron de su luna de miel en el parador en 1960. Sin embargo, la falta de infraestructuras adecuadas en las carreteras provocó su cierre temporal durante los inviernos, y en 1969 cesó su actividad definitivamente. Años más tarde, la Confederación Hidrográfica del Duero expropió y demolió el edificio, prometiendo su reconstrucción, una promesa que sigue sin cumplirse.
El Ayuntamiento de Riaño confía en que esta solicitud sea atendida, poniendo fin a décadas de espera y devolviendo a la villa un emblema de su historia turística.