De Salientes al Valle de las Rosas
“No hace falta irse lejos para contar un gran viaje” (Epigmenio Rodríguez, León sin prisa)
Mi curiosidad viajera y la lectura de Viaje interior por la provincia del Bierzo me lleva a este “rincón del paraíso, de la nueva Tebaida berciana. El hilo invisible que cose a los derviches de la India con San Fructuoso de Compludo y con Prisciliano”, según Valentín Carrera, con los montes sagrados de otros tiempos.
Antonio me muestra una foto en la que figura él, con unos seis o siete añitos, sentado al lado de su tío en el salón de casa. Se trata de una imagen de principios de los años setenta, a la vuelta del escritor del exilio a su tierra de San Lorenzo de El Escorial, donde está enterrado, y en la que hay un colegio que lleva su nombre. Se me hace conmovedora esta estampa. Y me alegra descubrir a un autor que, aunque no haya nacido en la provincia de León, será leonés a partir de ahora, al menos de adopción. Es probable que la pasión de Antonio Robles por Marruecos le venga de su tío abuelo, pues éste también viajó por el país magrebí, y escribió unas crónicas conocidas como Humo de Kif, que tanto recuerdan al título de La Pipa de Kif, de Valle-Inclán.
La conversación resulta amena, instructiva, de gran interés. Y me alegra haberme encontrado con el sobrino nieto de un gran y a la vez desconocido escritor (que requeriría de un artículo él solo). Desde la terraza de Mil madreñas r
ojas, antiguo pajar remodelado por Antonio y Mónica, nos dejamos impregnar por los efluvios de los montes que nos arropan, y la aldea se nos aparece como un sueño de pizarra. Hace una temperatura agradable a pesar de la altitud.
Tengo la impresión -alucinado, ahora sí- de que Salientes se ofrece no sólo como un paisaje forjado con la lírica de los puentes, sino como un lugar en el que confluyeran corrientes estimulantes y saludables. Para abrir el apetito, y así rematar el viaje, Mónica y Antonio sirven un tajine de cordero estilo marroquí que, al decir de Valentín Carrera, compite con el cordero Pascual de Cacabelos. De Salientes al Valle de las Rosas, “Ruta de excitada emoción, de vértigo, de poesía…”
Manuel Cuenya
* Antonio Joaquín Robles Soler, más conocido como Antoniorrobles, es uno de los escritores más representativos de
la literatura infantil en España. Inicia su andadura en los cuentos infantiles en 1930 con la publicación de 26 cuentos en orden alfabético, al que seguirán numerosas publicaciones para niños y cuentos infantiles. Merecedor de una mención especial en el Premio Nacional de Literatura en 1932 y renovador de la literatura infantil, introdujo la experimentación superrealista en sus obras, el juego con el absurdo y la fantasía, el humor y el compromiso con la bondad y el amor por las cosas, los objetos y animales. Exiliado en México, ocupó la Cátedra de Literatura Infantil en la Escuela Normal. fuente: www.cervantesvirtual.com