MATANDO EL MAÑANA
Benjamin Charro
4 de abril de 2024, 11:04
MATANDO EL MAÑANA
Tiempos convulsos vacíos de valores lastran un mañana incierto. Ignorar la masacre palestina es ignorar que el odio se transmite por herencia de padres a hijos, cuando se permiten tales crueles penalidades que se televisan a diario. Como ignorar que se hereda la ignorancia cuando se divide a los hombres, se manipula al pueblo por razones políticas, ideológicas y/o partidistas.
Sí, fenece el mañana cuando se deteriora y vive una democracia carente de valores, interesada, y cimentada en constantes broncas y, sospechas certeras, que acaban siempre siendo tan sólo presuntas, aún siendo evidentes. Y es que cuando la justicia se compra y se vende deja de ser justa para los pobres. Se vive deseando atajar espacios, separar por fronteras y conviviendo con la ignorancia como caldo de cultivo para un mañana incierto. Vivimos aplaudiendo improperios y desmesuras; permitiendo la impunidad y justificando lo injustificable.
Con el dinero del pueblo se insulta, se juega, se manipula, se roba y se esconde todo bajo máscaras y mascarillas, añadiendo siempre la manida coletilla de “presunción de inocencia”. Ya nadie parece creer en nadie, ni en nada. Los que tienen dinero siempre acaban siendo aforados, presuntos, archivados,... o comprando su justicia.
Matar el mañana es ignorar la actual decadencia social, política, educativa y de valores. Es soportar y vivir hoy en las colas de la impotencia; en la constante degradación democrática; en esa incapacidad de los partidos de ponerse de acuerdo para generar alguna esperanza y abordar con responsabilidad democrática los problemas que acucian y acorralan hoy a los ciudadanos. Es ignorar el valor del esfuerzo y primar el enchufismo y meritocracia sin esfuerzo. Es olvidar que “el tú mas” genera desafección, o pensar que un rey o reina extemporáneos o grotescos puedan ser la solución del futuro para nuestros hijos y nietos. Es creer que una sociedad ridícula, absurda, egocéntrica y partidista podrá ser el remedio.
La política ha de ser mucho mas que todo eso. Ha de generar esperanza, y tener un grado de servicio público mucho mas elevado y sincero. Cimentado en una selecta y profunda educación moral. Se requiere y se espera de ella mucha mas mesura, generar esperanza y no tanta desconfianza e incertidumbre. Requiere ejemplaridad, idoneidad, compromiso social y, ante todo, creer que tu trabajo de hoy cimentará un mañana mejor para tus hijos y nietos.
Benjamín Charro Morán // Abril, 2024