Callos para Isabel II
Isabel II subió al trono -o, como diría un erudito, " ascendió"- a los trece años, debido a los problemas que tenía el...
Callos para Isabel II
Isabel II subió al trono -o, como diría un erudito, " ascendió"- a los trece años, debido a los problemas que tenía el general Espartero, que era Regente, para gobernar el país.
Isabel -niña Isabel, ten cuidado, donde hay amor hay pecado, que decía una canción de mucho después- como a alguna otra Reina le gustaban mucho -muchisimo-. los hombres, desde el General Serrano,al últimosoldado de su guardia Real -el general bonito-, sin embargo casó con su primo Francisco de Asís de quien dijo la Reina a una amiga que ¿qué iba a decir ella de un hombre que en la noche de bodas llevaba, en su camisa, más bordados que yo? porque, al parecer Paco Natillas -que así era conocido el Rey- no pudo consumar el matrimonio y el pueblo de Madrid le cantaba unas coplillas que decían:"Paco Natillas es de pasta flora y se mea en cuclillas como una señora. Isabel tan frescahona y doña Paquita tan mariquita".
Se dice también -las malas lenguas lo dicen- que el de Asís tenía tantos amantes masculinos como su esposa femeninos. (Entre los de ella, por ejemplo, el compositor Arrieta y Carlos Marfori o José María Ruíz de Arana, conocido como el pollo Arana" -que le puso los cuernos en más de una ocasión- o el militar Puig y Moltó y de estos dos últimos se dijo -y no lo digo yo, sino que digo que se dijo- que podían ser los padres de Alfonso XII.
Cuando en 1860 O'Donell fue a despedirse de la Reina, antes de irse a la guerra, ella le dijo cariñosamante que si yo fuera hombre me iría contigo y don Francisco de Asís, a su vez, añadió:"Lo mismo te digo O'Donell.Lo mismo te digo".
Dicho esto, como decía un amigo mio ante los micrófonos de la COPE en Lugo, digamos que en EL PRACTICON, tratado completo de cocina al alcance de todos, don Angel Muro, su autor, en la décimosexta edición, página 310, escribe:"Doña Isabel II era muy aficionada a los callos y voy a dar una receta que servía para el guiso de callos en Palacio, copiándola de un libro de cocina escrito por un afamado cocinero".
"Después de muy limpios se pondrán a cocer en una olla con agua, sal, un pedazo de tocino y una cabeza de ajos asada. Se puede añadir jamón, chorizo, longaniza, morcilla y otras cosas de esta clase. Cuando esté todo cocido se saca el tocino,se machaca y deslíe con un poco de pimentón, azafrán, perejil y pan mojado en todas las especias en corta cantidad y que son pimenta, clavo, cilantro, alcaravea y cominos y, a quien le guste la canela, canela y piñones y avellanas, siendo necesario que sepa a todo y no sobrepase nada el gusto de una sola cosa y de este modo podrá cocer un poco y servirse".
Y, seguramente, entre amante y amante, para digerir, doña Isabel se metía entre pecho -la Reina era de pecho exuberante- y espalda, un plato de callos a la isabelina, que así se llamaban y comía como Dios.
Antonio Esteban