Cuando nos referimos a David Cronenberg no nos referimos al director que alcanzo el éxito masivo con Promesas del este, o al autor de culto que tuvo una gran publicidad mediática con Un método peligroso (película no muy lejana en el tiempo que se basaba en el psicólogo Freud).
Aquí hablamos del primer Cronenberg. Ese canadiense raro y obsesionado con los avances científicos, la bioética y los límites físicos o psíquicos de lo humano. En resumen, el Cronenberg amante de lo extraño y lo raro.
Imagen Superior "El almuerzo desnudo"(1991) William Lee es un exterminador de insectos que ha dejado atrás las drogas y la mala vida. Pero se encuentra con que su esposa se ha convertido en adicta al polvillo con el que su marido mata a las cucarachas. Una noche, en medio de un juego, William mata accidentalmente a su esposa de un tiro.En sus primeras historias siempre hay relaciones entre las personas y las maquinas, la tecnología, los medicamentos o drogas. En mi opinión, las mejores de esas películas, o al menos de las que puedo acordarme ahora sin estrujarme mucho el cerebro (Scanners, 1981), siempre tienen un leitmotiv similar al de un clásico inmortal de la literatura universal como es el Dr. Jekyll y Mr Hyde de Stevenson.
El motor de todas estas aventuras científicas es la búsqueda de conocimiento y el ansia por mejorar o ampliar nuestra existencia en algún sentido.
Seguro que muchos de vosotros os acordáis de La mosca (1986), y al mismo tiempo de La metamorfosis de Kafka, esa historia en la que por equivocación tecnológica se funden lentamente los ADN de este insecto tan repugnante y el del altísimo actor Jeff Goldblum. Es un ejemplo fantástico. Como lo es Videodrome (1983), calificada por Andy Warhol como “La naranja mecánica de los años ochenta”. En esta radical propuesta Cronenberg se adelanta a muchas películas de finales del siglo XX y del XXI, o rebusca en la literatura que tantas veces le sirve de inspiración, para confundirnos en una narración donde no se distinguen las pantallas de los cerebros, lo imaginario de lo real.
Siguiendo con el tema de la percepción, y ya que hemos hablado también de literatura, me gustaría citar también otras dos de sus obras, Spider (2002). Es una película más reciente en la que la enfermedad mental y la locura ponen a prueba al espectador más exigente y en la cual destaca un final impactante.
Siguiendo en esa línea se encuentra El almuerzo desnudo (1991), inspirada en la novela homónima del gurú de las drogas y de la "generación beat" William S. Burroughs. Aquí son muy curiosas las constantes alucinaciones del protagonista.
Muchas veces, como en otras de sus películas más notables (Dead ringers, 1988, Crash, 1996), Cronenberg nos lleva a un mundo muy poco agradable que roza los límites del buen gusto y sobrepasa con creces lo moralmente correcto.
En from dub to dub consideramos que para disfrutar de sus películas hay que pensar en que esta noche nos toca un mal sueño o pesadilla. Al fin y al cabo, estos extraños momentos también son experiencias que contar.
|From dub to dub productions.
Facebook: /fromdubtodub/