La matanza contra el Estado
La matanza contra el Estado
1. Higiene, sanidad, civilización de las costumbres…el Estado procura marginalizar este tipo de prácticas que se escapan a la fiscalidad. Ya pasó con el aguardiente, esa economía simbólica y sumergida, que llevó a esconder los alambiques, a cerrar puertas, a movilizar un sistema de alarmas como cuando los franceses nos asaltaban los pueblos. En vez de los húsares ahora son los inspectores de la Junta que cheiran a 2 km de distancia. Un tipo llamado Pierre Clastres llama a esto la Sociedad contra el Estado. La matanza del cerdo, como otras muchas cosas, en estos tiempos de lo políticamente correcto es un acto de rebeldía, una forma anarquista de estar en el mundo. Mientras algunos se entregan al ciber punk aquí tenemos a bercianines luchando cada año por mantener esta eterna Wikiporc.
2.¿Cuantos mataste? Tres marranos, casa grande oh!. Esto aún es una conversación en el campo e incluso en la ciudad que ha acogido a los pensionistas del rural y que demuestra la pervivencia en El Bierzo del siglo XXI de esquemas mentales de una sociedad campesina premoderna. No se que opinará la consejera del ramo o la de cultura con sus ínfulas de modernidad estilo Musac y todo eso, pero el cambio de nuestro pequeño País Encantado se puede ver mejor en la evolución de los 20 últimos años de matanzas que en cualquier museo Provincial de Etnografía o Historia. Para los arqueólogos y etnógrafos la matanza permite ver muy bien cómo cambia la tecnología y las cadenas técnico-operativas. De una parte se procura el adelanto tecnológico, lo moderno. Los antiguos herreros estaban inmersos en una guerra constante de innovación: parrillas metálicas para tumbar al gocho, ganchos de aluminio sustituyendo a los antiguos de salgueiro, elevadores con mando a distancia, bombonas tuneadas con soplete que parecen lanzallamas de la campaña del frente del este. Y por otro lado la tradición, el ritual, el cuchillo de toda la vida, la familia, la fiesta de la matanza . Y si se mata en día laboral eso sí que es un día de asuntos propios en los que no entra el Estado.
3.A lo mejor esta sociedad mitad rural mitad cibernética en la que nos movemos es la única forma de no volverse locos, de resistir mientras se pueda la uniformización de las costumbres, el imperio de las multinacionales y los bancos, la pérdida de derechos sociales que tanto costó conquistar. Este modelo de protección del clan y de apego por el terruño hace que mucha gente a la que la crisis ha dejado en el límite pueda seguir viviendo y no se lance a cortar cabezas de políticos o empresarios.
En el fondo la ministra de Ciencia y Tecnología y los alcaldes que promueven el Parque Científico de El Bierzo desearían que el día de la inauguración se oyera el grito de un gocho en una matanza de la contorna. Salud.
Victor M. García (Veterinario)