El norteamericano Philips Brougthon inventó un método para decir frases y discursos que impresionen a los interlocutores o al gran público, haciendo aparecer a quien las pronuncia como una persona sabia y profunda, aunque en el fondo no signifiquen nada.
Es un sistema simple, que consta de 30 frases “cohetes” agrupadas en tres columnas, cada una de las cuales lleva la numeración de 0 a 9. Así, combinando los números se obtendrán expresiones que engañan e impresionan a los incautos e incluso a los más cautos.
Veamos el cuadro superior:
Si se combinan, por ejemplo, los números 6, 3 y 9 en el orden de primera, segunda y tercera columnas obtendremos la frase cohete: “Implementación comunicacional holística”
Y si combina los siguientes números 0, 8 y 1 obtendrá la frase: “Programación multidimensional integrada”. Imagínese a un político: “En nuestro país es necesario lograr una programación multidimensional integrada entre el Estado y el sector privado para poder alcanzar el desarrollo…bla bla bla….”
Cuando escuche una frase altisonante, que le parezca “bonita”, “impresionante”, deténgase a analizarla serenamente, para verificar si en verdad comunica algo importante, o simplemente se trata de palabras vacías en busca de votos.
Los 11 principios de Goebbels, el jefe de propaganda de Adolf Hitler.
Joseph Goebbels el jefe de propaganda del dictador alemán Adolfo Hitler desplegó una intensa labor de convencimiento y persuasión del pueblo alemán y de otros pueblos, en base a los siguientes 11 “principios”. Estos “principios” son usados hoy por la mayoría de los políticos, aunque con diferentes palabras y no de manera tan evidente:
1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6.-Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio del silencio impuesto. Acallar al enemigo sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Amados lectores, que distintas son las palabras del Eterno, por poneros ejemplos:
*70 palabras tiene la oración del Padre Nuestro.
*153 palabras el Sermón del Monte.
*289 palabras los 10 Mandamientos.
*723 palabras el relato de la Creación en el libro del Génesis.
Solamente la regulación de los caramelos en la UE tiene 25911 palabras.
Sinceramente, ¿en qué palabras vas a confiar?
| Gonzalo García Vázquez
Experto financiero & Inmobiliario