Cuesta abajo y sin frenos. Es la tendencia de la rentabilidad del ahorro conservador que, en los últimos dos años, no ha dejado de perder brillo a marchas forzadas en un marco de tipos de interés en mínimos históricos y de lenta, pero progresiva, mejora del pulso del sector bancario.
Los esfuerzos para captar pasivo ya no son equiparables a los que tenían que hacer años atrás las entidades y los depósitos a plazo al 4% TAE. son un bonito recuerdo, pero recuerdo al fin y al cabo. Sin embargo, en los últimos meses se mira con cierta preocupación hacia el siguiente paso en la particular cadena evolutiva de los depósitos.
¿Y si el cliente acaba pagando por dejar su dinero en el banco?
Este supuesto, aunque resulta chocante para cualquier ahorrador español, ha sido planteado por otras entidades en Europa como Commerzbank, que cobra por sus depósitos a grandes empresas y gestores de activos.
De cara al inversor minorista, la implantación de esta medida resulta más compleja. Nadie quiere dar el primer paso, aunque la idea de cobrar por los depósitos flota en el ambiente. Varias entidades han reconocido estar estudiando esta posibilidad y, aunque de la teoría a la práctica hay un trecho, nadie puede negar rotundamente que esta medida no se vaya a aplicar en los próximos meses.
En todo caso, la realidad es que el ahorro conservador vale poco, cada vez menos. Sirva de referencia que España ya se financia gratis a tres meses. Que se lo digan también a los depositantes a los que, en los últimos meses, han ido venciendo imposiciones que, en su día, se suscribieron con intereses del 3% o 4% TAE. Hoy los grandes apenas ofrecen el 1% por sus depósitos a doce meses... y no a todos los clientes . Hay que matizar a la hora de hablar de clientes minoristas o grandes patrimonios. "La tendencia de caída de tipos seguirá en los próximos meses y veo factible que se cobre a grandes patrimonios por sus saldos de pasivo a la vista (como ya se hace en otros países) e incluso a plazos cortos. Sin embargo, salvo que la situación se deteriore de una forma que ahora mismo no contemplo, no veo probable que se cobre a minoristas", apunta un directivo bancario.
Aunque la cuestión está sobre la mesa y la mayoría de entidades confiesa que es un extremo que se ha estudiado, la respuesta no es tan clara a la hora de valorar si se acabará cobrando a los clientes de a pie en un futuro próximo. "La rentabilidad va a seguir cayendo. Posiblemente, no será extraño ver depósitos a doce meses con un rendimiento cercano al 0,20% TAE. Pero a la hora de decir si vamos a cobrar por ello... Sinceramente, no hay nada decidido y creo que estamos muy lejos de ello", apuntan desde una de las grandes entidades españolas que no quiere ser identificada en estas líneas.
Desde otro de los bancos consultados afirman abiertamente que "cobrar por los depósitos sería pegarse un tiro en el pie en un mercado como el español, en el que nadie está acostumbrado a pagar por nada". En esta línea, desde el sector creen que es más probable que los depósitos no ofrezcan rendimiento alguno o, si acaso, algo simbólico a que una de las entidades decida dar el primer paso y comenzar a cobrar por ellos.
Eso sí, a la hora de preguntar por si se cobrará a las empresas españolas o a los grandes patrimonios que los contraten, las entidades hacen mutis por el foro. "Es una posibilidad... Se habla de ello... No hay nada decidido... En cualquier caso todo se estudiará... Depende del contexto de mercado...". Nadie quiere definirse porque saben que sobre la mesa hay mucho en juego. Tal y como nos manifiestan desde Infibank –empresa de asesoramiento financiero–, "podría tener una repercusión social muy negativa para la banca, y lo querrán evitar a toda costa. Antes es más probable que prefieran desincentivar la contratación de los depósitos comercialmente y con comisiones", subraya.
Mi corazón inversor" ladrillero", me traiciona y no me resisto a compartiros esta noticia:
La primera fortuna de España ha iniciado 2015 con la compra del inmueble que alberga la sede de la multinacional minera Rio Tinto en Londres por 335 millones de euros, a la que se ha sumado después la adquisición por unos 400 millones de euros del edificio Gran Vía 32, en Madrid, que contará con la tienda más grande de Primark en España y otros inquilinos como H&M, Mango o la Cadena Ser.
Con la compra del edificio de Gran Vía, el fundador de Inditex regresa al mercado inmobiliario de Madrid, donde en diciembre de 2011 culminó su última gran compra con la adquisición de la Torre Picasso, uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, a FCC por 400 millones de euros, la misma cifra que ha pagado ahora por este último inmueble en la capital.
De esta forma Ortega sigue reforzando sus inversiones en ladrillo en España a través de su sociedad de inversión Pontegadea, tras comprar relevantes inmuebles en Madrid, Barcelona y Valencia, lo que le ha convertido en casero de firmas no solo de competidores de Inditex como H&M, Primark o Mango, sino también de grandes multinacionales como la tecnológica Apple.
A las compras realizadas en España, coincidiendo con la crisis económica, se suman otras como las llevadas a cabo por el empresario gallego en mercados como Reino Unido o EE.UU., donde también es propietario de emblemáticos edificios como el West End de Londres o un inmueble de oficinas y uso comercial en Nueva York.
La inversión inmobiliaria realizada por Amancio Ortega durante el primer mes de este año equivale a más del 80% de los cerca de 900 millones de euros que ha recibido en dividendos a través de las sociedades Gartler y Partler, con las que controla un 59,294% del accionariado de Inditex.
Os habéis parado a pensar : ¿ qué atractivo tendrá para los ricos "el ladrillo"?
Os dejo esta foto junto al Faro de Maspalomas.
| Gonzalo García Vázquez
Experto financiero& Inmobiliario