Desde el pasado 20 de enero, EE.UU cuenta con un nuevo presidente. Como destaca la OCU en el último informe; y como cada vez que un nuevo inquilino pisa la Casa Blanca, este viene con la intención declarada de corregir los errores de su predecesor. Donald Trump no ha defraudado a sus fans y ha entrado como un elefante en una cacharrería. Apenas unos minutos en el Despacho Oval y ya firmó un decreto para el progresivo desmantelamiento del sistema de cobertura sanitaria apadrinado por su antecesor, el programa conocido como Obamacare.
Ahora EE.UU saca pecho y las próximas medidas pudieran ir encaminadas a impulsar su actividad económica: el paquete estrella irá dirigido a reducir impuestos. Tanto para los particulares que pudieran ver reducido el tipo impositivo máximo del 39,6% actual al 33% (en España p.ej. en algunas CC.AA. se puede superar el 56% en el IRPF) como para las empresas que además de ver reducida su tasa impositiva del 35% al 20% o incluso al 15% (en España es el 25%) pudieran recibir una amnistía fiscal para repatriar los beneficios generados en el extranjero por sus multinacionales. El hecho de recibir estos beneficios, nada menos que unos 2,6 billones de dólares, daría un empujón a sus inversiones y liberaría caja para repartir entre sus accionistas en forma de dividendos.
Ello nos anima a seguir confiando aún en el potencial de algunas grandes empresas estadounidenses a medio plazo a pesar de que muchas de ellas rozan máximos históricos. Así pues, si bien las acciones estadounidenses, y en especial algunas de las grandes, pueden merecer todavía un hueco en su cartera, respecto a la política monetaria que tomará EE.UU y el dólar USD en particular somos algo más pesimistas. Por un lado, a la Sra. Yellen, presidenta de la Reserva Federal, partidaria de aumentar gradualmente los tipos de interés y de rebote con ello ir revalorizando el dólar USD, le quedan los días contados al frente del banco central estadounidense. Al Sr. Trump el dólar actual le parece demasiado caro porque empeora la competitividad de sus empresas y se ha declarado partidario de debilitarlo. De hecho, tras estas declaraciones se ha dejado cerca de un 3% en los últimos días frente al euro. Nosotros pensamos que el billete verde está caro y que un valor justo para el mismo debería rondar los 1,20 dólares por euro (0,84 euros por USD).
Seguro que nos tocará seguir hablando del Sr. Trump y sus políticas, alguna de las cuales como las relacionadas con la política comercial internacional le ayudan a sacar pecho ahora, pero pueden costarle un resfriado a medio plazo. Y ya se sabe que cuando Wall Street tose, el resto del mundo se resfría. El mejor jarabe, por tanto, una sana diversificación.
En España el dato económico más destacado de la semana pasada fue la favorable evolución del sector exterior, dato publicado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Las exportaciones españolas registraron un nuevo récord histórico en los primeros once meses de 2016, al aumentar un 1,6% frente al mismo periodo en 2015 y alcanzar la cifra de 233.800 millones de euros.
Las exportaciones españolas a la Unión Europea (+4%) suponen ya el 66,5% del total. Por el contrario, las dirigidas al resto del mundo cayeron un 2,8%, destacando el desplome de las exportaciones a Latinoamérica (-9,9%).
La caída de los precios energéticos durante el mismo periodo hizo que las importaciones cayeran un 0,9% hasta los 250.100 millones de euros.
El déficit comercial español se redujo así en un 27% y la tasa de cobertura, es decir, el porcentaje de las importaciones que pueden pagarse con las exportaciones, se situó en el 93,5%, el segundo mejor dato desde la creación de esta serie histórica en el año 1962.
El Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) aumentó un 0,3% en el primer trimestre de 2017 según el INE (Instituto Nacional de Estadística). No obstante, los empresarios se muestran preocupados de cara a los próximos meses por los efectos del Brexit, Trump o el rebote de los tipos de interés. Los tipos de interés de las obligaciones españolas a diez años avanzaron ligeramente hasta el 1,5% anual, con la prima de riesgo estabilizada en el 1,1%.
En el Exterior: El Reino Unido apuesta por un Brexit duro. Londres admitió que el Brexit implicará no sólo la salida de la Unión Europea sino también del mercado único, aunque el acuerdo final con la Unión Europea se someterá a votación en el Parlamento británico. La economía China creció un 6,7% en 2016, gracias sobre todo al fuerte crecimiento de la inversión (8,1%) y del consumo (10,4%) de los hogares. China cumple así sus objetivos de crecimiento, aunque a costa de un fuerte aumento del crédito y del gasto público, ambos insostenibles a medio y a largo plazo. Conscientes de ello, las autoridades chinas advierten que la estabilidad económica es prioritaria y prevén tasas de crecimiento algo más bajas. La inflación se generaliza y presiona los tipos de interés al alza. La recuperación de los precios energéticos ha traído consigo un rebote de las presiones inflacionistas. La tasa de inflación de la zona euro pasó del 0,6% registrado en noviembre hasta el 1,1% anual en diciembre. En el mismo periodo pasó del 1,2 al 1,6% en el Reino Unido y del 1,7% al 2,1% en los EE.UU.
Los inversores comienzan a ajustarse a esta nueva realidad exigiendo un mayor rendimiento a la renta fija. En Alemania las obligaciones a diez años rentan ya un 0,4% frente al 0,2% de comienzos de año. En Italia ofrecen un 2% y en el Reino Unido un 1,4%, ambos en máximos del año. En los EE.UU las obligaciones a diez años superan ya el 2,4%.
El sabio Salomón dice en Eclesiastés capitulo I: "Nada hay de nuevo bajo el sol, lo que fue ayer será mañana, que todo se repite, y así será hasta el final de los tiempos".
Os dejo una foto de uno de mis primeros viajes a EE.UU, en el monumento a los inmigrantes judíos que hicieron grande ese pais.
| Gonzalo García Vázquez
Experto financiero & Inmobiliario