VIOLADA EN CATALUÑA
Durante muchos años, con toda premeditación, alevosía, e insistencia, la han venido acosando a usted, señora Constitución Española, sin que el PSOE y el PP la defendieran como se merecía.
Ahora, después de ser violada públicamente, dicen los separatistas catalanes, los muy delincuentes, que ellos, los que tienen por lema "España nos roba y puta España", le hicieron lo que se merecía, pues ellos, sufridos y pacíficos amantes de la libertad y del orden, lo decidieron democráticamente votando en las urnas el pasado domingo día primero de octubre.
Para más escarnio, salen los de Podemos diciendo que gran parte del problema es culpa de usted, señora mía, pues es poco cariñosa y complaciente, demasiado casquivana, tan dura que ni siquiera está dispuesta a que le metan mano.
Y el PSOE de Sánchez, dominado por PSC, por sus errores pasados, por su estupidez, por sus "odios", pide y exige que dialogue, que hable, que pongas tú, amada mía, cara de gusto y consientas.
Lo sensato, lo justo, lo razonable, lo lógico, lo normal será que los jueces, a su debido tiempo, encarcelen a los violadores y, ahora mismo, ya, los políticos constitucionalistas repudien y quiten de en medio al Puigdemont y cía.
Yo también quiero, desde hace mucho tiempo, que se aplique el artículo 155, que aunque no fuera "bálsamo de fierabrás" sí será una buena terapia, dolorosa pero eficaz, que nos librará del cáncer separatista.
Excelente ha sido lo que ha dicho nuestro Rey don Felipe VI, tiene todo mi apoyo.
Estoy triste, muy triste y preocupado, pero, al mismo tiempo, seguro de que no habrá independencia de Cataluña y los separatistas no van a salirse con la suya.
El 31-12-2003, en el artículo "Trío de puya y cuerda", publicado en Bierzo7 e incluido en el año 2006 en mi libro de artículos "Picotazos Liberales", escribí:
"España es Cataluña, Cataluña es España", y lo será siempre. Y las personas que no se sientan bien como españoles tienen tres opciones:
1ª) Ir al psicólogo, o al psiquiatra, para que les ponga un largo e intensivo tratamiento que les permita regenerarse.
2º) Joderse y aguantarse, que nunca será más ni peor que lo que soportamos los demás españoles, de León, de Sevilla, o de Cuenca.
3º) Coger sus bártulos y marcharse, dejando, claro está, el territorio libre, pues es nuestro, de toda España”
Los fanáticos nunca entran en razón, no entienden; tienen un defecto congénito, o sobrevenido por culpa de la propaganda que va sembrando odios. El otro día le dije a un amigo catalán separatista:
-Mira, Luis, esta Plaza de la Xirula, en Villafranca, es tanto tuya como mía; y lo mismo pasa con la calle de Masnou donde vives. Tú y yo tenemos y debemos seguir teniendo los mismos derechos. No es legal, nunca podrá ser legal, que los vecinos de tu pueblo o del mío voten y acuerden quedarse con tu casa o con la mía, aunque todos ellos, el cien por ciento, estuvieran de acuerdo.
Esto que escribo es muy sencillo, elemental, pero, desgraciadamente, hay mucho “catedrático de secano” que es incapaz de entenderlo.
España y yo soportamos el insulto, el escupitajo en la cara, incluso el empujón; pero cuando alguien quiere matarnos entonces nos defendemos, y podemos ser muy duros.
BOUZA POL.