Los entuertos familiares / artículo opinión Jesús Antonio Fernández Olmedo.
Todo tipo de conflicto que se pueda observar en la sociedad comienza en la familia.
En el seno familiar podemos ver líos, manías, manipulaciones, abusos, poder de unos sobre otros y cosas mucho más graves.
Estos pequeños núcleos familiares son los que conforman finalmente una sociedad, un país, una nación, una región y un continente. Son las células.
Estas pueden verse afectadas por un cáncer o bien por un pequeño tumor tipo maligno.
Estos errores podríamos decir que se vislumbran a nivel familiar en la relación de padres a hijos, de hijos a padres, de nietos, primos, cónyuges, etc.
Ahí vemos envidias, relaciones complicadas o inexistentes entre hermanos. Los nexos, en muchos casos, no existen y, en otros, hay un problema de complicidad para que nadie haga nada de lo "pactado".
También hay cismas.
Nadie en el entorno familiar es capaz de crear algo bueno para todos porque todo el mundo es cómplice de una realidad que no le gusta, pero que acepta porque se supone que hay beneficios ocultos.
Muchas familias están unidas por el dinero y, por ello, no se rompen, sino que están esperando a recoger el preciado oro.
Las personas, en sí mismas, ocultan verdades detrás de unos rostros que nunca se revelan sinceros.
De hecho, los padres matan a los hijos y viceversa porque el dinero está como prioridad entre ellos, y eso es lo que se ha sembrado desde el principio de la fundación familiar.
En muchos casos, hay locura y demencia dentro de la familia.
La gente es fundamentalmente forma y no fondo.
Las apariencias son lo que importa en el entorno social y familiar, y ello lleva a un gran vacío en las personas. Por ende, esto también se refleja en sus relaciones familiares.
No se sabe cómo educar a los hijos porque los mismos padres no están educados ni saben siquiera a dónde van.
Se perdió totalmente el norte.
Por ello, la política en un país o región va como va.
Es decir, los políticos o gobernantes de un país no son más que un espejo de esas familias tocadas por lo material y la corrupción que hemos nombrado en estas notas de hoy.
En las familias también existen familiares de primera y de segunda.
Se mira bien a unos y se discrimina a otros.
Esto, sin duda, se trasluce después en la política, que es la manera de organizar una sociedad o una ciudad.
Todos estamos implicados, queramos verlo o no, en la política de nuestra zona, al igual que lo que no va bien en nuestras familias tiene que ver más con nosotros que con los vecinos.
Sería mejor que nos pusiéramos manos a la obra y, con estilo y paciencia, pudiéramos solucionar los entuertos que cada uno tiene.
Solucionando esto, también de carambola tendríamos políticos mejores.
Nada más por hoy, muchas gracias.