El doble filo de las tarjetas revolving
En apariencia, las tarjetas revolving pueden parecer un medio atractivo para solventar las compras de Navidad. Sin embargo, Íñigo Serrano, socio y director de Sello Legal Abogados, nos ofrece una perspectiva realista de este producto financiero. Te mostraremos todo lo que necesitas saber sobre estas tarjetas y por qué debes pensar bien antes de decidir usarlas.
Las tarjetas revolving son un sistema crediticio que te permite comprar, pagando a plazos el consumo. Aunque pueda parecer similar a la tarjeta de crédito convencional, no lo es. El método "revolving” implica el abono de lo consumido en cuotas mensuales y generando intereses elevados que pueden ahogar a los consumidores.
Se dice que son un arma de doble filo, pues, por un lado, suponen una solución rápida a la necesidad de dinero, pero, por otro, sus intereses son elevadísimos. En la gran mayoría de las entidades bancarias que ofrecen este tipo de producto financiero, los intereses oscilan entre el 20-25 % de TAE, e incluso más.
Por eso, el Tribunal Supremo ha considerado establecer un límite de usura en estos productos financieros. El límite legal para considerar que se está cometiendo usura, no existe. No obstante, el Tribunal Supremo acordó la nulidad de una tarjeta revolving con 27 % de TAE, por comprobar usura en sus condiciones. En casos como este, se puede proceder con una reclamación de tarjetas revolving.
Navidad es una época de peligro para usar tarjetas revolving
Durante las navidades, la necesidad de consumo por parte de las familias lleva a muchos a buscar nuevas modalidades de financiación. Por eso, hay un mayor interés en estas fechas por solicitar una tarjeta revolving. Sin embargo, antes de usar este producto financiero es necesario conocer que no solo sus altos intereses son un riesgo.
La amortización del crédito de estas tarjetas es un problema al que se enfrentan miles de personas que han caído en la trampa del uso de este producto. Con las tarjetas revolving, la cantidad ofrecida en préstamo por la entidad bancaria vuelve a hacerse disponible al pasar el mes. Entonces, aunque abones la cuota mensual de lo consumido, si sigues utilizando la tarjeta, la deuda seguirá aumentando.
El aplazamiento del pago de la deuda no solo alarga el período de amortización del crédito, sino que los intereses se prolongan en el tiempo, haciendo que, al final, la compra salga mucho más costosa. Así que, aunque satisfagas todos tus deseos en navidades, acabarás enfrentándote a grandes deudas en enero y los meses siguientes.
Si te arriesgas a usar este producto financiero, lo más aconsejable es llevar un control de tus gastos y controlar las compras. Además, paga tus deudas tan pronto como puedas para evitar la elevación de los intereses. Estudia bien la oferta de tu tarjeta revolving; si notas poca claridad y transparencia por parte de la entidad bancaria, puedes reclamar con ayuda de un abogado experto.