Igual que hay gente con suerte, en León hay calles y barrios con suerte. Un ejemplo de ello, según señalan desde el grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de León, es la calle Santiesteban y Osorio, a la que en materia de asfaltado parece haberle tocado la lotería.
No es para menos, señala el edil de CS Antonio Pérez, tras sufrir un lavado de cara en el marco del Plan de Asfaltado del 2021, el Ayuntamiento ha iniciado esta misma semana trabajos de mejora de su firme. Es decir, en menos de dos años “ha sido agraciada con el gordo del asfaltado”.
Y todo a pesar de que, según lamenta Pérez, la vía no presentaba graves deficiencias en el firme, como sí ocurre en otras arterias de la capital. “¿Qué sentido tiene acometer hoy estas obras cuando no había quejas vecinales, es más, las quejas han llegado al ver que se está actuando en una calle que no necesitaba de tal actuación? Está claro que el sistema de selección de calles es totalmente anárquico y sin sentido”.
Uno de los muchos ejemplos, señala el edil de CS, es la calle San Mamés, por la que circular hoy por hoy es una cuestión sólo pensada para valientes “porque cada dos metros te arriesgas a dejar una rueda”. Otro ejemplo es la calle Virgen Blanca, la que sigue esperando a ser asfaltada seis meses después de que realizarán una actuación en la red de saneamiento.
Solo dos de los muchos ejemplos de las calles que urgen de una actuación, aunque sea de parcheo para evitar accidentes o daños en los vehículos. De ahí que Pérez se pregunte si en materia de asfaltado la actuación del equipo de gobierno se asemeja a la de los niños intercambiándose cromos.
“Esta sipi, esta nope. Es la única explicación que tiene sentido al no ser que lo que les haya movido para ejecutar estas obras en esta calle céntrica sea su interés por ser vistos y demostrar a los leoneses que realmente están trabajando por solucionar sus problemas. Al fin de cuentas, en solo dos meses hay cita con las urnas”, ironiza Lafuente.
Por ello, desde Ciudadanos exigen al equipo de gobierno que deje de malgastar los fondos públicos de todos los ciudadanos, supeditando cualquier actuación en materia de asfaltado a cuestiones meramente objetivas y que mantenga una vigilancia permanente que permita actuar ante cualquier anomalía y garantizar que el firme de la ciudad presente condiciones óptimas y seguras para los conductores.