El doctor Luis Iglesias Vela, especialista en Neumología del Hospital San Juan de Dios de León desde el año 1993 y coordinador médico del centro desde 2018, apuesta por “erradicar”, e incluso “prohibir”, conductas que desde edades muy tempranas conducen al tabaquismo: una enfermedad adictiva que sólo en España mata a 1.100 personas a la semana.
Las cerca de 4.000 sustancias que se desprenden del humo del cigarrillo están relacionadas con más de 25 patologías y son responsables del 30 por ciento de los tumores, el 75 por ciento de las bronquitis crónicas y el 25 por ciento de las cardiopatías isquémicas. No en vano, el tabaco ocasiona en la actualidad siete veces más muertes que los accidentes de tráfico, setenta veces más que el Sida y 150 veces más que las drogas ilegales.
Todo un clásico en la lista de propósitos y el historial de fracasos
Liberarse de las cadenas del tabaco es todo un clásico en la lista de propósitos y el historial de fracasos. Porque la nicotina engancha y mucho. De hecho, la adicción que genera es más fuerte que la que produce la cocaína o la heroína. Por eso, dejar de fumar requiere, en la mayoría de los casos, ayuda profesional.
“A una persona que está pensando en dejar de fumar, lo primero que hay que decirle es que está tomando una buena decisión. Abandonar este hábito es lo mejor que puede hacer alguien por su salud”, asegura el doctor Iglesias Vela apuntado a la “eficacia” de los tratamientos que ayudan a sobrellevar la abstinencia que provoca la adicción a los cigarrillos. Entre ellos, la citisiniclina, un alcaloide vegetal que se extrae de los árboles del género ‘Cystitus laburnum’ y actúa uniéndose a los mismos receptores que la nicotina, desplazándola e impidiendo que ejerza sus efectos.
Con respecto al vapeo, aunque sea sin nicotina, el neumólogo del Hospital San Juan de Dios de León advierte que “no sabemos a largo plazo que daños van a producir estos productos que inhalamos”. “El sistema respiratorio es un sistema muy delicado. E inhalar químicos no es aconsejable en ningún caso”, ha concluido.
Los pacientes no se dan cuenta de sus limitaciones. Se acostumbran a que la tos, la expectoración y la fatiga formen parte de una vida llena de malos humos. En este sentido, según promete el doctor Iglesias Vela, cuando dejan atrás el tabaco rejuvenecen: “Mejora su piel, pero sobre todo su capacidad para hacer esfuerzos físicos”.