La ciudad de León se prepara para recibir este fin de semana a la Hermandad de Romeros de San Isidoro del Campo, de Santiponce (Sevilla), en el marco de una bendecida peregrinación destinada a venerar las Santas Reliquias de San Isidoro. Esta visita se realiza con motivo de la declaración del AÑO SANTO ISIDORIANO por parte del Arzobispo de Sevilla, y también con el objetivo de sellar un lazo de hermanamiento entre ambas instituciones, que comparten la devoción por el santo sevillano, Doctor y Padre Universal de la Iglesia.
La historia une a estas dos localidades a través de San Isidoro, quien estuvo enterrado en Itálica, actual Santiponce, durante casi cuatro siglos, hasta que en 1063 sus reliquias fueron trasladadas a León por los Reyes Sancha y Fernando. Desde entonces, la Real Basílica de San Isidoro ha acogido su advocación y se ha convertido en un referente espiritual y patrimonial de la ciudad. Casi diez siglos después, este encuentro refuerza los lazos históricos entre ambas comunidades y sus respectivas administraciones locales, que también buscan estrechar vínculos de hermanamiento. En este contexto, dos figuras históricas sirven de nexo adicional entre ambas ciudades: Guzmán el Bueno, nacido en León y enterrado en el Monasterio de San Isidoro en Santiponce, y el emperador Trajano, nacido en la ciudad sevillana y que fuera legado en León de la Legio VII Gémina, origen romano de la ciudad, antes de convertirse en Emperador de Roma.
El acto principal tendrá lugar el sábado 1 de marzo a las 12:30 h. Los peregrinos sevillanos partirán desde el Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial, y recorrerán la Calle del Cid hasta la Basílica de San Isidoro. En el atrio serán recibidos por el Pendón Isidoriano y por las Damas y Caballeros Cofrades, para luego entrar en procesión a la Basílica, donde se realizará la ofrenda y la celebración de la Santa Misa Peregrina. La ceremonia estará presidida por el Obispo Emérito, el Abad de la Colegiata y el Párroco de Santiponce.
Como broche de oro a este evento de gran significado histórico y religioso, los cerca de 100 peregrinos sevillanos tendrán la oportunidad excepcional de venerar las reliquias de San Isidoro. Posteriormente, la jornada concluirá con una comida de hermandad, sellando así un encuentro marcado por la fe, la historia y la fraternidad entre ambas comunidades.
