Advirtiendo sobre los riesgos para la salud de personas y animales, Izquierda Unida insta al Ayuntamiento a tomar medidas urgentes para abordar este problema.
Los bolsones de procesionarias son fácilmente visibles en los pinos de varios lugares de la ciudad, incluyendo Papalaguinda, Quevedo, el Cid, La Granja, el Parque de los Reyes, San Francisco, La Condesa y las áreas verdes de la periferia, especialmente en los Pinos, La Candamia y el Monte San Isidro, así como en el final de Padre Isla.
Según Izquierda Unida, el aumento de las temperaturas y la escasez de lluvias, atribuibles al cambio climático, están contribuyendo a que estos insectos desciendan de sus nidos, representando un riesgo para la salud tanto humana como animal.
La procesionaria puede causar urticarias, dermatitis e incluso reacciones alérgicas graves en las personas, además de provocar daños significativos en los animales, incluyendo mascotas como perros y gatos.
"Estas plagas están afectando a la ciudad de León en parques y jardines urbanos, representando un serio peligro para vecinos y mascotas", advierte Carmen Franganillo, coordinadora local de IU en León. "Es necesario que el Ayuntamiento tome medidas, especialmente en áreas de esparcimiento canino, como el final de Padre Isla, donde la procesionaria está presente. Los pelos de la procesionaria son urticantes y pueden causar reacciones alérgicas graves en los animales, incluso llegando a provocar asfixia o necrosis de la lengua en casos extremos".
Izquierda Unida insta al Ayuntamiento a elaborar un protocolo de control de la procesionaria y a implementar medidas preventivas a largo plazo, incluyendo la diversificación y naturalización de las zonas verdes de la ciudad, para evitar situaciones similares en el futuro.