La organización política ha hecho hincapié en la escasa atención que las administraciones han prestado a este grave problema que afecta a numerosos hogares leoneses. Con la llegada del invierno, acompañada incluso por nevadas en pleno marzo, las bajas temperaturas han vuelto a golpear a la población de la región, y desde Izquierda Unida se ha subrayado la urgencia de abordar esta situación.
Carmen Franganillo, coordinadora local de Izquierda Unida León, ha expresado su preocupación por las consecuencias de las temperaturas extremas en la población más vulnerable de la provincia. Franganillo destacó que el frío invernal afecta de manera desproporcionada a ancianos y personas con condiciones médicas preexistentes, como enfermedades respiratorias y cardíacas, representando casi el 40% de las muertes en Castilla y León.
La organización ha criticado que, frente al aumento en las facturas de calefacción, la población se ve obligada a recurrir a métodos alternativos, como el uso de velas y braseros, que incrementan el riesgo de incendios. En este sentido, Izquierda Unida ha propuesto una reorientación de los fondos europeos hacia inversiones en aislamiento de edificios y hogares.
Además, la organización ha abogado por la implementación de un plan de ayudas específicas que aborde el problema, incluyendo inversiones para mejorar el aislamiento de los edificios más antiguos y el refuerzo de los servicios sociales para la protección de las personas mayores y sin hogar.
Por último, Izquierda Unida ha destacado la importancia de atender este problema no solo por su impacto en la calidad de vida de los ciudadanos, sino también por su relevancia en la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de CO2.
Con esta denuncia, Izquierda Unida de León busca llamar la atención sobre una situación que afecta directamente a la vida de los leoneses y que requiere una acción decidida por parte de las autoridades pertinentes.
