Izquierda Unida de León ha presentado formalmente alegaciones contra el Proyecto Regional para la implantación de un complejo de energías renovables en León, promovido por SOMACYL en terrenos de dominio público del barrio de Puente Castro. La formación considera que la iniciativa supone una vulneración de la normativa urbanística y ambiental, además de representar una imposición injustificada sobre los vecinos de la zona.
Según IU, el proyecto podría haberse desarrollado de manera más racional mediante pequeñas centrales de calor distribuidas por los barrios, minimizando el impacto ambiental y reduciendo el tráfico de camiones. Además, recuerdan que León cuenta con suelo industrial más alejado de las zonas residenciales, lo que habría permitido una implantación menos invasiva.
El plan contempla la instalación de una central térmica de biomasa de 88 MW, una planta de biogás con capacidad para tratar más de 55.000 toneladas anuales de residuos urbanos, una planta de producción de hidrógeno que utilizaría agua del suministro municipal y una planta solar fotovoltaica.
Izquierda Unida denuncia que la tramitación del proyecto mediante un Proyecto Regional vulnera la autonomía municipal, ya que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de León clasifica los terrenos afectados como suelo rústico con protección natural y especial, prohibiendo expresamente los usos industriales. "La Junta de Castilla y León pretende modificar la calificación del suelo de forma arbitraria, sin seguir los cauces urbanísticos ordinarios", advierten desde la formación.
Asimismo, IU subraya la falta de justificación del interés regional del proyecto, argumentando que su impacto se limita al ámbito local y que no se han explorado alternativas en suelos industriales. También recuerdan que iniciativas similares han sido paralizadas en otras zonas de León debido a la oposición vecinal y resoluciones judiciales adversas.
La formación alerta de los impactos ambientales y sociales que la implantación de estas infraestructuras podría generar en Puente Castro, incluyendo ruido, olores, emisiones contaminantes y un incremento notable del tráfico de camiones transportando residuos y biomasa. También señalan que el uso de agua del abastecimiento urbano para la producción de hidrógeno podría afectar a la calidad del servicio en la ciudad.
Por todo ello, Izquierda Unida de León exige la paralización del procedimiento de aprobación del proyecto y reclama a la Junta de Castilla y León que respete la autonomía municipal, garantizando un desarrollo urbanístico y medioambiental sostenible para León