Desde 1158 vienen debatiendo la Corporación Municipal de la capital leonesa y el Cabildo de San Isidoro sobre si la entrega de un cirio de arroba bien cumplida y de dos hachas de cera es foro u oferta como agradecimiento al milagro efectuado aquel año por San Isidoro y que provocó abundantes lluvias que acabaron con una pertinaz sequía que asolaba los campos leoneses.
La segunda teniente de alcalde y concejala de Bienestar Social y Juventud, Vera López, actuará este año como síndica y portavoz de la Corporación Municipal en la tradicional ceremonia de la Cabezadas. Su oponente será el capitular isidoriano y párroco, Luis García.
La ceremonia comenzará a las 11:30 h, cuando desde el Consistorio de San Marcelo, partirá la Corporación Municipal, portando el Pendón Real, hacia la basílica de San Isidoro. Antes se hará un alto en el camino en la esquina de la parroquia de San Marcelo, donde el alcalde entregará a su párroco, a modo de limosna, otras dos hachas de cera.
A las 12:00h dará comienzo en el claustro de San Isidoro el tradicional debate entre la síndico municipal y el capitular isidoriano. Tras tres turnos de intervenciones, y posiblemente sin llegar a ningún acuerdo, los representantes municipales harán entrega voluntaria de la ofrenda. Seguidamente, el obispo, Luis Ángel de las Heras, presidirá una misa en la iglesia isidoriana.
A su conclusión y como despedida, los miembros de la Corporación Municipal protagonizarán, a las puertas de San Isidoro, tres notables reverencias que conllevan tres profundas inclinaciones del cuerpo y de la cabeza. Son las denominadas Cabezadas, que dan nombre a esta ceremonia.
La ceremonia de las Cabezadas recupera este año la fecha que marca la tradición después de dos años de cambios forzados por las circunstancias derivadas de la pandemia.