Durante su intervención, García-Gallardo ha valorado la utilidad de los fondos europeos en la región y ha expresado su preocupación por la dependencia de la financiación de la Unión Europea. Haciendo hincapié en la solidaridad de la sociedad europea, ha llamado a reflexionar sobre las expectativas del proyecto europeo en los próximos años.
El vicepresidente ha criticado la falta de capacidad para determinar la asignación de los fondos europeos, señalando que los consejeros de la Junta de Castilla y León son quienes mejor los gestionan. Ha mencionado la construcción de presas como una inversión beneficiosa para la producción de energía y el abastecimiento de agua en la región, en contraposición a inversiones estériles impuestas por la Unión Europea. García-Gallardo ha destacado los éxitos de Castilla y León en la modernización de regadíos, la incorporación de jóvenes a cooperativas agrarias y el aumento de los seguros agrarios.
Enfatizando el grave problema demográfico de la región, el vicepresidente ha defendido la necesidad de políticas que favorezcan la radicación de inversiones, empresas, familias y el fomento de la natalidad. Durante el debate, García-Gallardo ha estado acompañado por representantes de la Comisión Europea y del Consejo Regional de Le Marche, Italia.
