La Intervención de Armas de la Guardia Civil de León ha llevado a cabo el pasado lunes la última subasta pública de armas en la que se han adjudicado 103 lotes de armas. La última modificación del Reglamento de Armas ha eliminado este procedimiento de adquisición, salvo en supuestos en los que las armas tengan un valor histórico.
Con motivo de la entrada en vigor del Real Decreto 726/2020, de 04 de agosto, por el que se modifica el Reglamento de Armas, aprobado por el Real Decreto 137/1993, de 29 de enero, se ha derogado la circular que regulaba la subasta de armas en las Comandancias de la Guardia Civil.
A partir de ahora, si el propietario no las enajena por otro medio, y quedan depositadas en dependencias de la Intervención de Armas, serán destruidas trascurrido el plazo de un año; salvo en los supuestos en que se acredite su valor como patrimonio histórico, en cuyo caso continúa prevista la posibilidad de enajenación a través de subasta pública.
De este modo, el pasado lunes se llevó a cabo la última subasta de armas en la Comandancia de la Guardia Civil de León compuesta por un total de 484 lotes (cada uno de ellos estaba compuesto por un arma), en su modalidad de pliego cerrado, respecto de las armas depositadas en las Intervenciones de Armas y Explosivos de las provincias de León y Zamora.
Del total de esos lotes subastados en la Comandancia de León, 301 han quedado desiertos, 80 fueron retirados por decisión de los propietarios antes y durante la subasta, y 103 se adjudicaron a las personas físicas o jurídicas autorizadas para poseer las armas adquiridas, sobre un global de 214 pujas realizadas.
La pieza que alcanzó mayor valor en la subasta fue una carabina por la que se pujó 2.000 €, y en lado opuesto la que menor valor alcanzó fue adjudicada por un valor de 11,11 €, ambas se trataban de armas de tiro deportivo adjudicadas a particulares con la preceptiva licencia.
La Intervención de Armas de la Guardia Civil de León, una vez obtenidas las autorizaciones, realizados los trámites pertinentes y cumplidos los plazos de depósito establecidos, trasladará las armas pertenecientes a los lotes desiertos a una empresa privada para su reducción a chatarra mediante el procedimiento de fundición.