La obra de integración que se pretendía en un principio para soterrar el tren a su paso por la ciudad y de esta forma unir los espacios divididos por la vía desde León hasta San Andrés del Rabanedo, finalmente ha quedado en una trinchera cubierta por una losa de cemento de poco más de 500 metros que no integra nada, ya que sigue separando con una valla todo el recorrido. Que no tengan reparo al denominar a esta obra “soterramiento” es para los leoneses, una afrenta.
Desde la formación leonesista acusan tanto al PP como del PSOE de promesas incumplidas:
"Se habían comprometido a evitar la separación de dos zonas de la ciudad de León y de San Andrés del Rabanedo como consecuencia del tránsito del ferrocarril en superficie, el soterramiento del tren que iba a unir estas zonas en una extensión de aproximadamente dos kilómetros y medio, finalmente se quedó en el medio y tanto unos como otros olvidaron los dos kilómetros que faltan para completar el soterramiento comprometido"
"Del dinero inicial presupuestado para esta obra que se ha alargado en el tiempo durante más de 20 años, se realizó recorte tras recorte hasta que finalmente se adjudicó por menos del 50% del precio de licitación, que se marcó en 50 millones. Al invertir 24 millones en un soterramiento que de entrada se licita en más del doble, se obtienen estos resultados: una zanja tapada con hormigón al que pretenden ahora llamar soterramiento y que sigue sin cumplir su objetivo principal, el de unir en superficie el terreno, los barrios y los municipios, tanto en León como en San Andrés. La trinchera, de poco más de medio kilómetros rodeada de dos vallas siguen dividiendo la ciudad, se elevará a la superficie en la zona de Paraíso Cantinas y Trobajo, volviendo a constituirse en un obstáculo y un impedimento más de conexión de nuestro territorio. La falta de inversión con León y con los leoneses es palmaria y no podemos aplaudir que lleguen a inaugurar un parche que sería impensable y no permitido en otras ciudades"
Desde UPL solicitan a Adif y al Gobierno Central que realicen las inversiones adecuadas para que el proyecto de soterramiento sea real y en la longitud establecida en un primer momento de dos kilómetros y medio, emergiendo a la superficie una vez pasado Trobajo del Camino.