El Museo Etnográfico de Riaño continúa con su labor de recuperar tradiciones y oficios ya desparecidos. La última incorporación es El Santero. Hombre que recorría los pueblos por tanto una imagen de un santo o de una virgen, recorriendo las casas pidiendo limosna para los centros religiosos que invocaban. Recuerda en Riaño Maruja Macho, que venían a menudo de diferentes lugares. Los últimos que pasaron por Riaño, allá por los años 50 del siglo pasado, procedían de Santo Toribio de Liébana y del Santuario de la Virgen del Brezo. Solían venir también de los monasterios de la ribera leonesa.
A quien depositaba una limosna, le echaba la bendición del santo o virgen a la que representaban. Portaban una pequeña hornacina de madera con la imagen religiosa.
Pedro Luis González nos recrea esta figura con un hábito religioso, en el Museo de Riaño.