jueves. 21.11.2024

Me gustan los toros. Todos. Los buenos y los malos. Los guapos y los feos. Los altos y bajos. Los gordos y los delgados. Y los toreros lo mismo. Tengo en vena lo de la tauromaquia y no lo puedo evitar. Allá donde hay toros, allá intento estar. Ayer en Astorga en los tendidos estaban muchas caras conocidas de aficionados que les gustan también esta pasión y que siempre están. Faltaban los que durante el año se quejan de que en Astorga no hay toros pero el día que los hay no van. A los que no han podido ir, se les disculpa. A los que no han querido ir...Pues eso, que el personal es libre de hacer lo que quiera, pero después que no utilicen la demagogia por favor.

Abrió plaza el rejoneador granadino Sebastián Fernández con un toro con muchos kilos que le pasaron factura al cornúpeta y que hicieran que no tuviera la movilidad suficiente. Aún así, Sebastián lució oficio y nos brindó una excelente faena de rejoneo. El fallo con el rejón de muerte le privó de conseguir trofeo.

Sebastián Ritter le cortó la oreja al primer toro de su lote. Un buen toro al que el colombiano ligó muy buenas series con la muleta . En su segundo, un toro con menos claridad que el primero, el matador supo entenderle y ejecutó una buena faena que incomprensiblemente la presidenta de la corrida no premió con la oreja que le abría la puerta grande a Ritter. A la hora de realizar una labor tan importante como es la de presidir una corrida de toros, la persona que se encargue de esta función tiene que tener la máxima preparación en la materia y disponer de los conocimientos suficientes que le darán el criterio para tomar decisiones en el palco. Lo mismo que sus asesores. Ayer en Astorga las personas que se ocuparon de esta faceta, carecían de estos conocimientos. Al finalizar la corrida, la empresa y el torero Sebastián Ritter decidieron lidiar el sobrero. Un toro de La Palmosilla. Una "perita" al que el torero no le cortó la oreja por la demora del toro a la hora de doblar.

Al novillero Pérez Marciel le tocaron los dos animales peores de la tarde. Dos novillos sin casta ni bravura que no tenían recorrido alguno. Aún así en el segundo de su lote se inventó una faena que consiguió arrancarle las dos orejas al utrero,

Mañana es el turno de los más pequeños con el espectáculo El Popeye Torero y sus Enanitos Marineros. Acudan mañana. Merece la pena.

Entretenida tarde de toros en Astorga