La película cuenta la historia de una pareja, Roger (Cary Grant) y Julie Adams (Irene Dunne) en su intento de formar una familia. Tras casarse pierden al hijo que esperaban en el terremoto de Japón de 1923, durante su luna de miel, lo que provoca además que Julie no pueda tener hijos. A su vuelta a Estados Unidos, y a pesar de los problemas económicos que tienen, deciden adoptar una niña. Luego se trasladan a un pueblo donde se hacen cargo del periódico local.
“LA BANDA SONORA DE UNA VIDA”
Película dirigida en 1941 por George Stevens (“Raíces profundas” 1953, “Gigante” 1956). Un director alejado de la lista de los “grandes” y considerado como un mero artesano, pero que nos demuestra en esta película ser un meticuloso y perfeccionista maestro con un sentido de la narración y una profundidad por los detalles y los personajes ejemplar, que alcanzaría su máxima culminación en la portentosa “Un lugar en el sol”, una película de un pesimismo trágico casi existencialista. Técnicamente el maestro da una lección de cine haciendo un maravilloso uso tanto de primeros planos como de planos generales en el que parece alejarse del “drama” de los personajes. Stevens desde la introducción del filme demuestra su gran capacidad para narrar desde lo visual y también su maestría en la utilización de las elipsis dejando en su cine resonancias sexuales que tanto nos recuerda al llamado “toque Lubitsch”. La música es el hilo conductor de un gran flashback, donde las páginas de un álbum al que la protagonista titula “Historia de un matrimonio feliz” da lugar a la siguiente escena en forma de cortinilla. La pareja protagonista son Cary Grant e Irene Dunne, dos grandes actores con una química muy especial entre ellos y que ya venían de interpretar a un matrimonio en “La pícara puritana” y “Mi mujer favorita”. Podríamos añadir un cuarto matrimonio pues protagonizaron la misma película “Tú y yo”, Dunne en la versión de 1939 y Grant en la de 1957. Los dos están respaldados por secundarios de lujo como Edgar Buchanan o Beulah Bondi. La película le valdría a Grant la primera de sus dos únicas nominaciones al Oscar, que perdería ante Gary Cooper por “Sargento York”, un film más cercano a la sensibilidad bélica de ese momento. Podemos decir que la película es una mirada dura y crítica contra las instituciones sobre las que descansa la adopción y las leyes que permiten arrebatar a un niño adoptado a la familia donde se había integrado por motivos económicos. Están invitados a disfrutar de esta Serenata nostálgica, que nos habla del amor, de los recuerdos y de la ternura en definitiva de la vida. Y es que, como todos sabemos, toda historia de amor tiene su canción propia.