El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, y el escultor Amancio González, han descubierto el sábado, en el marco de un sencillo homenaje, la escultura principal del monumento Estela de los Condenados II, que se ubica en el entorno de la primera rotonda de la avenida de Montearenas y que pretende convertir a este enclave en un lugar de memoria para "recordar y hacer justicia histórica al más de medio millar de personas asesinadas por la represión franquista que se desencadenó durante y después de la Guerra Civil".
Esta escultura supone la continuación conceptual y simbólica de la Estela de los Condenados I, inaugurada hace un año en el patio de la Higuera del Museo del Bierzo, la antigua cárcel de donde salían los prisioneros camino de su ejecución, para ser posteriormente arrojados a alguna de las numerosas fosas comunes desperdigadas por Montearenas.
Olegario Ramón invocó los principios inspiradores de la Ley de Memoria Democrática recientemente aprobada por el Congreso de los Diputados: Verdad, Justicia y Reparación, asegurando que "es una obligación de toda administración pública el cumplimiento de esa ley y la aplicación de esos principios".
En el homenaje a los desaparecidos de Montearenas, participaron un centenar de personas, algunas de ellas, familiares de los asesinados, así como varios miembros de la Corporación Municipal y representantes de otras instituciones.
