El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, y el alcalde de Villafranca de la Sierra, Francisco López, han presentado las obras de consolidación, restauración y adecuación para uso público de la plaza de toros histórica de la localidad abulense.
En octubre de 2022 se suscribió un protocolo de colaboración entre las dos entidades por el que la Consejería se comprometía a facilitar el asesoramiento técnico en la realización de los trabajos, la supervisión de las actuaciones y la promoción de las acciones necesarias para la consolidación de los elementos de acceso a la plaza. Por su parte, el Ayuntamiento asumió el compromiso de promover los estudios y proyectos necesarios, las actuaciones de limpieza integral del coso, graderío, paramentos y entorno, impulsar la consolidación de los elementos interiores del ruedo, fomentar la conservación y mantenimiento anual de la plaza y la dotación de elementos de seguridad y accesibilidad necesarias para el uso público e impulsar y promover la gestión de la visita pública a la plaza.
Estos acuerdos por parte de las dos instituciones manifestaban la firme voluntad de ambas en la conservación y difusión del legado patrimonial de esta Comunidad, en concreto, del de Villafranca de la Sierra. Por otra parte, ejemplifican la política de concertación institucional que la Consejería viene promoviendo para, con la colaboración de todos los agentes implicados, alcanzar una gestión eficiente en la intervención del patrimonio que a su vez contribuya al desarrollo cultural, social y económico del territorio.
El consejero ha agradecido al Ayuntamiento su implicación en la gestión activa de sus bienes patrimoniales. Esta línea de trabajo es la que marca la recién aprobada Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, que dedica una atención más intensa a la gestión integral e innovadora del legado patrimonial de la Comunidad.
La Plaza de Toros
El Ayuntamiento es titular de la plaza de toros histórica, situada en el casco urbano de Villafranca de la Sierra. Fue levantada en 1854 en piedra, con los restos existentes del torreón del castillo-fortaleza que ocupó este lugar y que fue adquirido en febrero de ese mismo año al Duque de Medinaceli.
Se trata de una construcción comprendida en circunferencias concéntricas, siendo el diámetro del albero de unos 30 metros. El acceso principal a la plaza se encuentra remarcado por un arco de ladrillo desde el que se accede a las graderías por medio de dos vomitorios. Consta de otros dos accesos al norte, al oeste y al sur se encuentran la tribuna y chiqueros.
La plaza se encontraba abandonada desde hace más de 30 años. Había perdido la planta superior, aparentemente dedicada a la enfermería, en el acceso principal este y la planta superior de tribunas por encima de la zona de toriles en la zona sur. Solamente se conservaba el arco de ladrillo en el acceso este, en mal estado de conservación, y parte de los elementos de madera del forjado en el acceso principal. De la antigua tribuna se conservaban los muros laterales de piedra y algunos elementos de madera. En esta zona, así como en el resto de la plaza, existía, además de muchísima vegetación, diversos sillares, mampuestos en el suelo producto del colapso de la planta de la tribuna, del remate superior de las gradas y de parte de los muros.
La actuación ha tenido como fin poner en uso el edificio en tanto a seguridad estructural como de accesibilidad, así como recuperar elementos arruinados. Las obras ejecutadas han sido las siguientes: reconstrucción de la tribuna de autoridades y limpieza de toriles, adecuación de acceso con reposición del arco de ladrillo visto de entrada, remodelación de las escaleras de acceso a las gradas y desobstrucción de los accesos, medidas de accesibilidad mediante la instalación de barandillas, acometida de instalación eléctrica, limpieza y retirada de vegetación de los graderíos y del ruedo, consolidación y recolocación de suelo de codón en graderío.