La Guardia Civil que para a ese gitano que circula por la nacional:
–Buenas tardes, control de la Guardia Civil, muéstreme el seguro del coche.
–Oiga, señor guardia, que cosas me dice usted, mire, es este pitorro de aquí, le doy pa´abajo y mire ya no se abre la puerta.
–A ver, déjese de cachondeo y muéstreme el carné de conducir.
–Aquí tiene señor guardia.
–Pero bueno, si este carné está caducado.
–Ay!, Señor guardia no sea tan delicado, quién va a querer comerse eso.
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Eran las tres de la mañana, había un terrible aguacero y un borracho gritaba:
– Por favor, ¡Necesito a alguien que me empuje!, ¡Alguien que me empuje!
Una señora lo escucha y despierta a su marido.
– Manolo, sal a ayudar a ese pobre señor, seguro que se ha quedado el coche atascado y con la que está cayendo.
El marido algo enfadado sale a la calle a buscar al señor que pedía ayuda. Llovía tanto que le era imposible ver a nadie, y lo llamó:
– Señor, ¿dónde está usted, he bajado para empujarlo?
Y el borracho contesta: ¡Aquí en los columpios!
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– Cariño, imagínate: Tú y yo, junto a la chimenea, a la luz de las velas, con una botella de vino… ¿Qué te parece?
– Poco vino
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El socorrista que se acerca a uno de los bañistas y le dice:
–Oiga, ¡por favor! Haga usted el favor de no mearse en la piscina.
–¡Pero si todo el mundo lo hace!
–¡Sí, hombre! ¡Pero no desde el trampolín!
