Las entradas a todos los conciertos de este ciclo tienen un precio de 12 euros y de 7 euros para menores de 26 años y se podrán adquirir online en auditorio.aytoleon.es a partir de hoy. La venta en taquilla se realizará cada día de concierto dos horas antes del inicio del mismo.
Presenta este ciclo Enrique Martínez Miura con el texto Sabiduría de la memoria:
Comienza el XIX Ciclo de Músicas Históricas de León por todo lo altocon una recuperación moderna de composiciones sacras de Antonio Rodríguez de Hita, un autor cuyo recuerdo se suele asociar a la zarzuela. Sin embargo, la impagable labor de La Grande Chapelle y su director, Albert Recasens, se centrará en volver a la vida salmos, responsorios y antífonas que Hita escribió para el Real Monasterio de la Encarnación, cuya plaza de maestro de capilla ganó en 1765. La música religiosa de Rodríguez de Hita suele presentar un estilo tradicional con una factura técnica impecable.
La convocatoria leonesa no sería la misma sin el habitual concierto del Curso Internacional de Interpretación Vocal Barroca, que tanto viene haciendo por facilitar la incorporación de nuevos valores al canto histórico. En esta ocasión, junto al clavecinista y director Eduardo López Banzo, se cuenta con el contratenor Mikel Uskola, la soprano Belén Vaquero y el tenor Josu Cabrero.
De nuevo con Rodríguez de Hita, La Real Cámara, Aurora Peña,Francisco Fernández-Rueda y Emilio Moreno se moverán por un terreno más transitado, el de las zarzuelas del músico a partir de textos de Ramón de la Cruz, caso de La segadoras de Vallecas y Las labradoras de Murcia, de las que se oirán la obertura y algunas arias. En estas dos páginas, se aprecia un inequívoco sabor castizo, no así en Briseida, también con texto de De la Cruz, que mira mucho más hacia las rígidas normas dramáticas del teatro barroco.
The King’s Consort, Robert King, la soprano Madison Nonoa y la mezzo Marianne Beate Kielland harán disfrutar a los amantes del gran Barroco francés. Tres compositores, virtuosos de su instrumento: François Couperin, del clave; Sainte-Colombe hijo y Marin Marais, de la viola da gamba. De estos últimos, sí que habrá muestras de su refinada cuanto difícil escritura instrumental, mientras que de Couperin, el Grande, se nos brindará la ocasión de tomar contacto con su música religiosa, de la que destacan las estremecedoras Trois Leçons de Ténèbre.
¡Alegrías furiosas! es el título del programa de Ensemble 1700,con Dorothee Oberlinger (flauta y dirección) y Dmitry Sinkovsky (contratenor y violín) a la cabeza de un atípico repertorio de música barroca. Piezas instrumentales y cantadas de Haendel, Telemann y Vivaldi y un hilo conductor muy claro, las folías, la celebérrima danza de origen portugués que fertilizara centenares de obras. Esta vez se escucharán las debidas a Falconieri, Carl Philipp Emanuel Bach y el propio Vivaldi. Bach y Corelli completan la velada.
No abandonamos al cura veneciano en otro concierto, el que protagonizarán Musica Alchemica y Lina Tur Bonet, grupo y artista residentes del CNDM esta temporada, que son intérpretes, sin duda,
de primerísima fila en la música antigua española. Vivaldi aparece en compañía de Bach en una apasionante confrontación, porque, como es bien sabido, el compositor alemán tuvo como modelo para su forma de entender el concierto el precedente vivaldiano. Además de los conciertos para violonchelo o violín de estos autores y el bachiano Concierto de Brandeburgo nº 4, se cuenta también con novedades, como el arreglo instrumental de la famosa Passacaglia para órgano del Kantor y la muy sonada de un movimiento inédito de un concierto de Pisendel.
Con el expresivo título Ego Rex propone Artefactum su homenaje a Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León, del que el pasado 23 de noviembre se cumplieron ocho centurias de su llegada a este mundo. El ilustrado monarca le dio a Toledo uno de los momentos más brillantes de su historia. Naturalmente, se recuerda al rey por medio de su mayor aportación a la música europea del Medievo, las Cantigas de santa María, que de forma tradicional se le atribuyen en bloque, aunque el gran número (cuatrocientas veintisiete) obliga a creer que fueron varios los autores. Ahora bien, lo que es seguro es que Alfonso se implicó en el proyecto, buscó poetas y músicos y hasta escribió varias. Fuera como fuese, la lírica medieval no se concibe sin las Cantigas, que casi ocho siglos después siguen hiriendo nuestra sensibilidad.
Como acto final, dentro de esta serie leonesa, de los recitales en torno a la figura de Rodríguez de Hita, Los Músicos de Su Alteza, con González a la batuta y Boix y Alemán como solistas vocales, proponen un interesantísimo programa que acoplará la música de este compositor con la de José de Nebra. Podrán, así, cotejarse los estilos que ambos practicaron en sus producciones teatrales, género al que dedicaron una atención especial. Son muy novedosos los bailes de Nebra y del máximo interés el sainete La república de las mujeres, que implicó a dos colaboradores habituales, Hita y Ramón de la Cruz.