La organización agraria ASAJA ha solicitado a la Junta de Castilla y León y a la Diputación de León la adopción de medidas excepcionales para evitar el abandono de la última ruta de recogida de leche de vaca en las zonas de montaña de la provincia. A partir de este 7 de enero, los ganaderos de las comarcas de Omaña y Babia podrían quedarse sin servicio de recogida, lo que los obligaría a abandonar su actividad.
El servicio, que hasta ahora realizaba la cooperativa LAR, se suspenderá debido a la situación concursal de la entidad. La dificultad para encontrar otros compradores radica en los elevados costes de recogida, ocasionados por las largas distancias, la complicada orografía y la disminución del volumen de leche producido, pese a que la demanda sigue existiendo.
ASAJA destaca que los ganaderos de estas comarcas han mantenido su actividad a pesar de las condiciones adversas: minifundismo, falta de mecanización, dificultades para conseguir precios justos y altos costes de inversión. "Han resistido con un esfuerzo personal extraordinario, pero sin reconocimiento ni apoyo económico suficiente", lamenta la organización.
Para evitar que los ganaderos se vean obligados a tirar la leche producida, ASAJA propone dos medidas clave:
- Una ayuda específica de la Junta de Castilla y León para la producción de leche en zonas de montaña, tanto de vacuno como de ovino y caprino, independiente de las ayudas de la PAC.
- Una subvención directa de la Diputación de León que cubra el 100 % de los costes de recogida del camión que recorre las granjas cada dos días.
Aunque estas medidas serían un alivio inmediato, ASAJA advierte que no son suficientes para garantizar el relevo generacional en estas explotaciones.
La organización ha solicitado al delegado de la Junta de Castilla y León, Eduardo Diego, que convoque con urgencia una reunión con la participación de la Diputación y los ayuntamientos afectados para buscar una solución inmediata y satisfactoria para los ganaderos de estas comarcas