Desde la asociación de Vecinos de San Isidro, nos remiten esta carta a modo de llamamiento para intentar que se ponga en valor el recurso turístico de la estación de esquí y montaña que alberga el Alto Curueño.
¿Qué puede hacer una Asociación ante la inacción de la Administración que tiene además en sus manos el bienestar de sus ciudadanos... de los que sólo se acuerda cada cierto tiempo?
La Asociación de la que hablo es la Asociación de Vecinos de San Isidro, que se conforma por un grupo de deportistas, usuarios, turistas, etc..., ciudadanos en definitiva, amantes de la zona del Alto Curueño. Zona rica en recursos naturales (que para sí querrían otras provincias). Recursos naturales similares han hecho de otras provincias su principal atractivo, apostando por los mismos, invirtiendo, creando infraestructuras, facilitando accesos, conectividad, comercio, en definitiva, mejorando la economía, asentando población y adelantándose a lo que ahora denominamos España Vaciada.
No voy a poner nombres, porque en general todos conocemos estaciones de esquí y montaña fuera de nuestra provincia, las cuales, permanecen en nuestro recuerdo por las infraestructuras ampliadas año tras año, la organización, el cuidado del entorno en el que se ubican, la gestión y el buen hacer de sus gestores, que procuran la satisfacción del visitante por haberlas elegido.
Envidiamos el trato, la diligencia, el servicio y todas esas infraestructuras con los últimos avances tecnológicos y no entendemos que quienes tienen la responsabilidad de gestionar semejante empresa como es San Isidro, sean incapaces de apostar en los tan traídos y llevados recursos endógenos y con ellos esa apuesta por la inversión en infraestructura, conectividad, asentamiento de población, economía, etc.
Sin embargo, nosotros en León, buscamos debajo de la mesa el potencial turístico que tenemos delante de nuestros ojos y que otros ciudadanos y vecinos que nos visitan, valoran y admiran, no dando crédito a los despropósitos que año tras año ven y viven, como los sucedidos el pasado 08/01/2022 y que ocurre con más frecuencia de la que quisiéramos en esta provincia de León y, concretamente en San Isidro, estación de esquí y montaña.
San Isidro se ha devaluado año tras año, perdemos la posibilidad de ser el referente del noroeste. Ahora mismo para nuestros vecinos portugueses, gallegos, asturianos, castellanos, madrileños, usuarios y turistas, somos un desastre en el noroeste.
Nos vuelve a sorprender el caos y la visión que nuestros visitantes se llevaban el día 8 sábado y no es la primera vez. Estas y parecidas situaciones, han sucedido lamentablemente muchas veces. San Isidro ha colapsado y las circunstancias han sido diversas: largas colas en el acceso de la carretera LE 331 en su entrada a San Isidro; luego, después de acceder, intentar aparcar el vehículo, tarea complicada, imposible a partir de media mañana, ya que el acceso a Salencias para vehículos se cerró; vamos que no había organización y, la posibilidad de dejar el vehículo, era casi tarea imposible; los afortunados que lo consiguieron, después de un largo tiempo en este menester, les tocaba el momento de sacar el forfait; allí las colas eran de casi dos horas; finalmente, dado que la zona baja de la estación no estaba en funcionamiento, llega el momento de utilizar el único y atestado autobús (teniendo en cuenta las recomendaciones sanitarias ante la pandemia) habilitado para acceder a la zona alta de la estación invernal, donde se encuentran los medios mecánicos (sillas) para poder iniciar un maravilloso día de esquí. El periodo de espera para esos visitantes, turistas, deportistas y ciudadanos en general, ha sido de otras dos horas aproximadamente. Son las 14,30 horas y solo hemos encontrado caos y con él, el recuerdo y la añoranza de esas estaciones que desearíamos fuesen la nuestra.
Nos vuelve a sorprender el caos y la visión que nuestros visitantes se llevaban el día 8 sábado y no es la primera vez. Estas y parecidas situaciones, han sucedido lamentablemente muchas veces. San Isidro ha colapsado y las circunstancias han sido diversas.
¿Quién puede aseverar con estas frecuentes asistencias de público que San Isidro es deficitario? Alguien deberá de poner sobre la mesa (no debajo) el futuro de León, de esos recursos endógenos, del futuro de sus habitantes, de sus vecinos, de sus ciudadanos, en definitiva, de todos por los que dice trabajar la Administración y que no aparecen en la lista de la Mesa por León. Alguien deberá poner en y sobre la Mesa por León a San Isidro, bien patrimonial de todos los leoneses, cuya gestión ostenta la Diputación Provincial.