Este año se han sembrado 6.800 hectáreas de remolacha, en comparación con las 3.837 hectáreas del año 2022. El aumento se debe a la mejora de los precios ofrecidos por las empresas compradoras, AB Azucarera y ACOR, quienes se benefician de los altos márgenes debido a las fluctuaciones del azúcar en los mercados europeos y mundiales.
ASAJA destaca que estas siembras podrían generar una producción superior a las 650.000 toneladas de raíz, ya que el estado del cultivo es generalmente bueno. Sin embargo, no toda la remolacha se procesará en la azucarera leonesa de La Bañeza, ya que al menos 1.000 hectáreas pertenecen a la cooperativa ACOR, que las llevará a su fábrica en Olmedo, Valladolid. Por otro lado, Azucarera procesará remolacha de otros orígenes en su fábrica de La Bañeza, especialmente del área de los nuevos regadíos de la balsa de riego de Villalón de Campos, en la provincia de Valladolid.
Aunque el incremento de superficie se ha observado en todas las áreas productoras, es especialmente destacado en las zonas de nuevos regadíos, como la zona regable de Payuelos. En general, los productores han optado por contratos bajo el modelo de "integración" o "costes compartidos", lo que traslada el riesgo del cultivo a la empresa azucarera. Los agricultores reciben una cantidad fija por hectárea, que puede aumentar según los rendimientos.
Ante estas previsiones de producción, ASAJA solicita a AB Azucarera que planifique la molturación de la remolacha en dos etapas: una al comienzo del otoño para recibir la remolacha más temprana, y otra a finales del invierno para la remolacha más tardía. La organización agraria considera que es inviable recibir tanta remolacha en una única campaña sin interrupciones por las lluvias invernales.
Además, ASAJA insta a las empresas azucareras a mejorar los precios para los productores y a invertir en sus instalaciones fabriles para hacerlas más competitivas en un mercado globalizado y, por lo tanto, más resistentes ante momentos de menor bonanza en el mercado azucarero mundial.
