domingo. 24.11.2024

En medio de una escalada mundial del precio de los cereales con cotizaciones que doblan las de hace un año, y la amenaza de desabastecimiento en las fábricas de piensos y de harinas para dentro de mes y medio, ASAJA recuerda que hay normas de la Política Agrícola Común (PAC) que limitan las siembras, y que si se toman decisiones urgentes se puede reducir la dependencia exterior.

En la provincia de León, principal productora de maíz de España con 78.507 hectáreas (de ellas 3.300 para forraje ensilado) y  1.007.774 toneladas de grano en la pasada campaña, se podrían producir otras 70.000 toneladas este año 2022 si la Unión Europea levanta las restricciones impuestas bajo pretextos medioambientales. Para ello habría que suprimir la obligación de dejar superficies de interés ecológico, que por lo general son tierras de barbecho, y suprimir la obligación de diversificar cultivos en la explotación no ocupando el principal más del 75% de la superficie. Con estas dos medidas, se destinarían al cultivo del maíz al menos 6.000 hectáreas adicionales, alcanzando una producción de 70.000 toneladas de grano, que es el cargamento máximo que ha llegado en un buque a los puertos españoles.

La climatología de las últimas semanas y meses ha permitido que a día de hoy estén recolectados todos los cultivos de la pasada campaña y las fincas ya se encuentran labradas y preparadas para las nuevas siembras. Si el ministerio de Agricultura y la Unión Europea son rápidos en la toma de decisiones y legislan favoreciendo la producción, los agricultores leoneses están en condiciones de responder con más superficie y más producción de granos para afrontar mejor la crisis de precios y de desabastecimiento. Estas medidas que reclama ASAJA de León, claramente dirigidas a la agricultura de regadío y al cultivo del maíz, tendrían también un cierto interés en la agricultura de secano de la provincia, permitiendo aumentar las siembras de girasol, otro producto que escasea y del que tenemos una gran dependencia ucraniana.

León puede producir más maíz, si la Unión Europea lo autoriza