Las precipitaciones registradas en la provincia de León durante la noche del pasado domingo al lunes han tenido un impacto positivo en el desarrollo de los cultivos de cereal. La lluvia, que alcanzó alrededor de 15 litros por metro cuadrado en diversas zonas, ha sido clave para la nascencia de los cultivos de cereal, que se encontraban con dificultades debido a la sequía que había afectado a la capa más superficial del terreno, dificultando la germinación, especialmente en terrenos arcillosos y más compactos.
Este fenómeno climático llega en un momento crítico de la campaña de siembras, que está a punto de finalizarse. Las lluvias y las suaves temperaturas registradas en las últimas semanas han contribuido a un desarrollo rápido y favorable de las plantas. La campaña de siembras de cereales de invierno ha sido en general positiva, con condiciones adecuadas para las labores agronómicas, aunque la falta de lluvias en las últimas semanas había creado dificultades en la germinación.
En la provincia de León se cultivan unas 105.000 hectáreas de cereales de invierno, de las cuales el 25% se destinan a regadío. Además, durante estos meses de otoño se están sembrando unas 13.000 hectáreas de veza, principalmente en secano. La colza, que se sembró en la segunda quincena de septiembre y la primera de octubre, también presenta un buen aspecto.
Sin embargo, desde ASAJA se ha alertado de una preocupación creciente entre los agricultores de secano, quienes están optando por dejar en barbecho algunas fincas que tradicionalmente se destinaban al cultivo de cereal. El alto coste de producción y los bajos precios del grano han generado expectativas de rentabilidad muy limitadas, lo que ha llevado a muchos agricultores a reconsiderar sus cultivos. En lugar de cereal, algunos optan por sembrar girasol en primavera, un cultivo que conlleva menores riesgos e inversiones.