El empleo creado en Construcción (80), industria (42) y Agricultura (35) durante el pasado mes en la provincia no logra compensar la destrucción de empleos en el sector servicios (162 parados más) y en el epígrafe de sin empleo anterior (51), lo que arroja un saldo de 56 desempleados más en febrero, una ligera subida del 0,22% que se suma a la registrada en enero y que hace rebasar la cifra de 26.000 personas en busca de un trabajo en León. (en concreto, 26.047 parados).
Los datos reflejan una vez más la excesiva dependencia del sector servicios que sufre la economía leonesa: casi el 70% del paro registrado corresponde a este sector y afecta más a los mayores de 45 años. Y sigue siendo paradójico e incomprensible el desajuste entre la oferta y la demanda de empleo, algo que los empresarios venimos denunciando desde hace años sin que se haya corregido esta anomalía en nuestro sistema educativo y mercado laboral.
A pesar de que el año 2022 no ha comenzado bien para el empleo, la comparativa interanual de los datos del paro sigue mostrando una cara positiva, con una caída notable del 24,48%, que se corresponde con 8.626 personas menos en las listas del desempleo.
En Castilla y León el paro también se incrementó en febrero y lo hizo en un 0,45%, contrastando con la caída nacional del 0,36%.
La buena noticia es que se han incrementado las afiliaciones a la Seguridad Social un 3,34% en el último año, sumándose 5.167 nuevos cotizantes en la provincia de León.
En el actual contexto internacional y autonómico con la invasión de Ucrania y a la espera de que se constituyan las nuevas Cortes de Castilla y León y que se conforme un nuevo gobierno en la Junta, desde el CEL observamos con inquietud estas circunstancias y factores que pueden desestabilizar gravemente la economía y las perspectivas empresariales, provocando un nuevo frenazo en la recuperación y en la tramitación y ejecución de los fondos Next Generation. Por lo que pedimos a las fuerzas políticas que lleguen pronto a un entendimiento para que sean capaces de formar un gobierno sólido, solvente y que dé confianza y estabilidad.