La Consejería de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, que dirige el vicepresidente Francisco Igea, ha recibido respuesta a una de las comunicaciones oficiales remitidas al Gobierno de España hace tres semanas, cuyo contenido abordaba la petición de soluciones ante la pérdida de servicios ferroviarios en la Comunidad. Estos días, el Ejecutivo autonómico ha recibido contestación oficial del secretario general Francesc Boya, quien en su carta alude a que el Plan de 130 medidas frente al Reto Demográfico aprobado por el Gobierno de España en marzo de este año incorpora la conectividad territorial innovadora como una de las cuestiones destacadas.
Asimismo, desde el Gobierno de España se expone a la Junta de Castilla y León que desde los ministerios de Transición Ecológica y Reto Demográfico y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, “en el marco de la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada, se está trabajando para configurar una Mesa de Movilidad Rural donde se discutan con todos los actores las posibles soluciones de movilidad que pudieran establecerse en los distintos territorios, y donde los servicios ferroviarios deben ser también tenidos en cuenta dentro de las opciones de movilidad de los ciudadanos de núcleos urbanos y rurales”.
En el escrito original del vicepresidente Igea se exponía que un territorio tan extenso y tan despoblado precisa de buenas comunicaciones por carretera, ferrocarril -y por supuesto, digital- pero “en referencia a los servicios ferroviarios, Castilla y León los ha venido perdiendo desde la década de los ochenta, y en concreto, desde 1984, del siglo pasado cuando perdió dos importantes vías de comunicación como la línea Valladolid-Ariza y la conocida como Ruta de la Plata. Después, ha continuado perdiendo servicios ferroviarios pasando de un total de 727 a 485, lo que supone una disminución de un poco más del 33 %”.
En ese mismo texto enviado a los dos centros directivos referidos del Gobierno de España, Francisco Igea señalaba que “tras el fin de las restricciones de movilidad como consecuencia de la COVID-19, Castilla y León ha perdido más de cien frecuencias; esto es, continúa perdiendo servicios ferroviarios, lo que no ha sucedido en otras partes del territorio nacional que, prácticamente, han recuperado la totalidad de los servicios”.