Se pasará así de las 13.135 hectáreas del año 2021, a unas 20.000 hectáreas, implantadas sobre todo en las comarcas agrícolas de El Páramo, Esla Campos, Sahagún y Tierras de León.
Desde el punto de vista agronómico se están finalizando las siembras y en la mayoría de las fincas todavía no ha nacido la semilla, y esta nascencia se puede complicar por la situación anticiclónica de los próximos días que acabará con el poco tempero que hay en el campo. Mientras no finalice la nascencia de lo sembrado y se vea cómo evolucionan las plantas, no se puede hace previsión alguna de cosecha, ya que la mayoría de las 20.000 hectáreas de siembra lo son en tierras de secano, por lo tanto muy dependientes de la climatología. La falta de precipitaciones en los próximos días tendrá también consecuencias muy negativas en la cosecha de cereales y forrajes.
El cultivo del girasol viene impulsado sobre todo por las expectativas de unos precios elevados debido a la escasez en los mercados internacionales con motivo de la guerra en Ucrania, por ser un cultivo que tiene menos costes en abonado y tratamientos en comparación con otros, y por el cambio normativo que permite con carácter excepcional la siembra en las fincas que otros años se dejaban de barbecho obligatorio para cobrar la PAC.
Respecto a otros cultivos, ASAJA estima que habrá un ligero incremento de las siembras de maíz, de cereales de invierno y de colza. Por el contrario, habrá una bajada en las siembras de remolacha que puede llegar al 10%, porcentaje que será mayor en la reducción de la siembras de las alubias (esto último ya lo había denunciado ASAJA debido a que los almacenistas de alubias están ofreciendo contratos poco remuneradores).