No podemos imaginar motivos más trascendentes para la dimisión de un político que su ineficacia en la prevención y extinción de una catástrofe tan colosal que el actual incendio en la sierra de La Culebra, que ya se vislumbra como el mayor en la historia de España.
Aun previendo que la situación climática era de alto riesgo, por la ola de calor, se continuó sin activar los operativos necesarios de prevención y extinción (vigilancia y disponibilidad de recursos). Ya en incendios del año pasado, el presidente Mañueco consideró que había que “repensar” el modelo contra incendios. Llevan la misma dinámica que la Mesa por León, creada en 2020: todavía están pensando. Cuando encuentren el modelo alternativo, ya no habrá nada que salvar. Zamora, como el país leonés en general, quedarán sumidos en la miseria más absoluta. Este es un ejemplo medioambiental y económico, al que podríamos sumar más “méritos para la dimisión”, como, por ejemplo, los palos puestos en la rueda de la biorrefinería de Barcial del Barco, donde supuestamente el famoso consejero de Fomento y Medio Ambiente tuvo mucho que ver, en representación de la Junta, obviamente.
Con el método actual, fuera del corsé de fechas que le ponemos al tiempo climático, de supuestos calores, del 1 de julio al 30 de septiembre, en que aplican el operativo especial, los incendios habrán de ser sofocados por los vecinos, con ramas, aparte de elevar oraciones rogativas, para que no se produzcan, y si los hay, que llueva, que llueva… No es aceptable que, ante una gran ola de calor, de alto riesgo, no pueda ser roto ese corsé temporal oficial.
Parece evidente que, si el operativo de prevención no se extiende más allá de esas fechas, es para ahorrar medios, materiales y de personal. Pero los hechos son tozudos (como algunos políticos) y demuestran que es más barato prevenir que lamentar y resarcir daños. Hay que recordar que los incendios se previenen incluso en invierno, limpiando el bosque, y crea puestos de trabajo, tan necesarios. Pero, además, para ese fin de ahorro hay otros recursos de “dónde tirar”, sin menoscabo de necesidades importantes, como el millón anual que se regala a la Fundación Castilla y León (antes Villalar) para adoctrinamiento castellanizador, los mas de 20 millones anuales con que la Junta subvenciona a la televisión privada de esta autonomía, para dar lustre a su gestión, y otros chiringuitos que Vox anunció que eliminaría, pero aún no se ve implementación alguna.