Conceyu País Llionés se congratula de que, con motivo del día del Parlamentarismo, se reúnan en León los responsables de los parlamentos de Europa. Conceyu aplaude esta iniciativa. Sin embargo, aparte de suscribir un manifiesto, con otras entidades leonesas, a fin llamar la atención en la injusta y calamitosa situación del País Leonés, por estar sometidos a otro territorio ajeno, queremos que no se vayan sin la foto de la situación real político-social.
Conceyu tiene el propósito de hacerlo visible, en silencio, y respetuosamente, para que los representantes parlamentarios que nos visitarán se informen de la tremenda injusticia que supone que la Cuna del Parlamentarismo, León, sea la única nacionalidad histórica de España que no tiene parlamento propio, para poder decidir sobre los asuntos concernientes al pueblo leonés, con sus propios presupuestos, es decir, la Autonomía Leonesa. Asistiremos, donde esté permitido legalmente, sin alboroto alguno, con nuestras pancartas reivindicativas de esta pretensión, como la del “LEXIT”, y otra que evidencia la paradoja: “LEÓN, CUNA DEL PARLAMENTARISMO, SIN PARLAMENTO PROPIO”.
Con este encuentro en nuestra ciudad, Europa reconoce el nacimiento del parlamentarismo moderno en León, en la Curia Regia celebrada en 1188, con Alfonso IX, donde, por primera vez, participaron representantes de las ciudades del reino, y donde se emitieron los Decreta, testimonio escrito más antiguo de la historia, que reflejan leyes que fueron pioneras en el mundo -continuando los fueros de otros Alfonsos: V y VII- respecto a diferentes derechos humanos, como los que defendían a la mujer (Urraca I de León fue la primera reina de Europa), la inviolabilidad del domicilio, el mercado justo, el derecho de todo ciudadano de acceso a la justicia, y el sometimiento a la ley, hasta por el propio Rey.
De ello dan cuenta documentos antiguos, donde se recoge la amplia litigiosidad en todo el territorio del Reino de León, que no se debe a que hubiese más delitos, sino que los ciudadanos podían apelar a la ley, y lo ejercían realmente, hasta contra señores de poder, como el propio alcalde, o nobles. La organización de los pueblos en concejos, donde el pueblo decidía libremente, la convocatoria de hacenderas, para realizar trabajos comunales, y la posesión de gran parte de las tierras y bosques (aún hoy, el 40 % de las tierras es demanial, de los pueblos), legitima a Rogelio Blanco, muñidor del reconocimiento por la Unesco de aquel hito histórico, a catalogar a León como tierra de Libertades. Ya desde los tiempos de los astures, en régimen de matriarcado, se disfrutaban ya parte de esos derechos.
Con estos antecedentes históricos, aparte de varios siglos de historia, como reino, y forjador del Estado que hoy tenemos, estando su enseña en el escudo nacional, es muy sorprendente que sea la única región, o territorio histórico, en España, que no se le haya permitido tener su propia autonomía, su propio parlamento, teniéndolo otros pueblos que surgieron del reino de León, como Portugal, Galicia, Castilla, y algunas provincias que se integraban en estos territorios, como Cantabria y Rioja.
Esta discriminación, de derecho y "de facto", ha provocado el hundimiento de León, respecto a los principales indicadores socioeconómicos, al ser gobernados desde la región castellana (Cortes de Castilla y León), “personificada” en la Junta, que ha tomado Valladolid como capital de hecho (que no de derecho), invirtiendo allí, y en su zona de influencia, el potencial económico que detrae, sobre todo, de la región leonesa, a la que ahoga, intencionadamente, para no permitir al País Leonés asomar la cabeza. La región leonesa, se mire por donde se mide, es actualmente una colonia al servicio de Castilla y León, para aprovechamiento de la “metrópoli”: Valladolid.
Desde la constitución de esta comunidad, en 1983, la región leonesa ha perdido cerca de 200.000 habitantes. La provincia de León, y Zamora, son las más envejecidas de Europa, y todo el País Leonés tiene la peor evolución de España sobre tasa de vejez. La causa de esta despoblación y envejecimiento se debe al exilio de los jóvenes que no encuentran aquí oportunidad alguna, por falta de inversiones; es de las mayores emigraciones de toda Europa. Por ello, las declaraciones de Fernández Carriedo, de usar como favorable el bajo nivel de paro de Castilla y León, 10 %, “por debajo de la media”, según dice, no es más que una añagaza y una burla a la inteligencia de la ciudadanía, y más, viniendo del consejero de Economía y Hacienda, porque ese índice más bajo no se debe a que en la región leonesa haya más trabajo, sino que los que emigran, la mayoría de jóvenes, desaparecen de las listas del paro; de seguir así, nos iremos acercando al 0 % de desempleo.
La diferencia en renta "per cápita", entre León y Castilla, ha pasado de 2.300 a 4.000 euros anuales en últimos treinta años.
Por todas estas razones, sin olvidar las identitarias, distintas a las de Castilla, reclamamos la Autonomía Leonesa, como única forma de revertir la calamitosa situación actual, administrando nuestros propios recursos, y centralizando en el país leonés las ayudas económicas que pueda otorgar la Unión Europea, que nos correspondería por zona deprimida, con renta per cápita inferior a la media; subvenciones que actualmente se invierten casi totalmente fuera del territorio leonés.
Nuestra intención es trasladar esta injusticia a toda Europa, aunque deseando se lleven un buen recuerdo de León, y, si cabe, puedan reflejarla en la institucional “Declaración de León”, que se emitirá en este encuentro.
Junta directiva
Conceyu País Llionés